La jornada para desarrollar la prueba de aptitud en la Universidad Nacional Autóma de Honduras (Unah) se ha convertido ya en una cita obligada para miles de jóvenes con deseos de iniciar la educación superior. Su programación, ya tradicional, ha superado los obstáculos de los inicios que la oposición, por muy ajenas razones a la educación, creó, obstaculizando el objetivo de la prueba: garantizar el ingreso de quienes sí quieren estudiar.
En los últimos años, las ausencias y las deserciones han descendido notablemente, pese a que la nota menor para pasar las asignaturas es de 65% y este año, desde el segundo período, ya será 70%. Pero, además, el beneficio por la selección de los que ingresan mediante la evaluación universal queda mostrado en las aulas desde el primer día, pues el abarrotamiento ha desparecido y no es necesario esperar la primera evaluación para que haya espacio y pupitres.
No se cierran las puertas, pues hay varias oportunidades. El beneficio de la Prueba de Aptitud Académica ha alcanzado al nivel previo, es decir, al nivel medio en donde la superación es requisito de su supervivencia, pues malos resultados en el ingreso a la Universidad afectará la matrícula de estudiantes y la confianza de los padres de familia.
Más de 19,000 estudiantes, en los doce centros del país, de los cuales 4,360 participaron en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs), esperan ahora los resultados a partir del 18 de abril para preparar el ingreso en la Universidad en el tercer período o presentarse nuevamente en junio para llegar a las aulas el próximo año.
Con una población cercana a los 80,000 alumnos, la Uhah en todos sus campus atiende al 41% de los universitarios con un alto grado de confianza y credibilidad después de haber dejado atrás las pugnas de otros tiempos y la inestabilidad por diferencias ideológicas o demandas laborales con graves daños a la academia, la docencia y la investigación.
Hay tranquilidad en las aulas, que no debe entenderse ajena a las preocupaciones o necesidades, al contrario, el diálogo y el interés por superar los niveles educativos, de investigación y de acercamiento a la sociedad marcan el camino de mejoras en instalaciones físicas, renovación generacional, entendimiento y tolerancia en la diversidad.