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Sistema de salud fortalecido

  • 03 junio 2020 /

    La emergencia generada por el COVID-19 ha obligado al Gobierno a realizar ingentes inversiones en equipo y a contratar personal sanitario, para atender a los centenares de pacientes que se han presentado a los diferentes hospitales en los que se atiende a sospechosos y diagnosticados.

    Como dijera el presidente Hernández, recién comenzada esta crisis, esta emergencia puede convertirse en la gran oportunidad para salir de ella con un sistema de salud robusto, fortalecido, con el que el país sea capaz de enfrentar de mejor manera los males endémicos que afectan a nuestra gente y cualquier otra situación que pueda presentarse, como, seguramente, sucederá tarde o temprano, en el futuro.

    Es claro que una coyuntura como la actual ha desafiado a los sistemas de salud del mundo entero, y, si países del primer mundo con estructuras sanitarias como pocas en el planeta se han visto desbordadas, el reto ha resultado aún mayor para las de países en desarrollo, como el nuestro, con carencias notables desde hace tiempo.

    Lo importante, sin embargo, es saber ver hacia adelante. De lo que se trata es de que una vez superada esta emergencia, ojalá las autoridades sean capaces de mantener los puestos de trabajo para el personal sanitario creados y en función el equipo y las mejoras en instalaciones realizadas en estos meses. Lo que no debe suceder es que, una vez haya desaparecido la amenaza del coronavirus, se produzca un relajamiento en el ya muy débil sistema de salud y no se haya aprovechado la oportunidad de mejorarlo.

    No debemos olvidar que, además de la actual pandemia, hay otros flagelos que no han dejado de azotarnos y para los que debemos estar permanentemente preparados y así afrontarlos adecuadamente. Hablamos del dengue, del zika, del chikungunya, de la malaria; además de la desnutrición, las diarreas infantiles y otros males ligados al subdesarrollo y a la falta de condiciones higiénicas en muchos hogares.

    El COVID-19 debe ser, pues, el parteaguas de nuestro sistema de salud. Al salir de esta situación deben ponerse al servicio de los hondureños todos los recursos que se han empleado para combatir la pandemia. Así Honduras habrá hecho que valga la pena todo el sufrimiento y las muertes que estamos padeciendo.