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Xi trata de limar asperezas con la UE

  • 15 mayo 2024 /

El presidente chino, Xi Jinping, viajó a Europa, donde trató de limar asperezas con Francia y la Unión Europea, al tiempo que reforzó su alianza estratégica y comercial con Serbia, uno de los países europeos más prorrusos, y Hungría, uno de los más díscolos de la UE.

A esta gira europea, la primera que realiza Xi en cinco años, hay que sumar la visita que realizaría próximamente a China el presidente ruso, Vladímir Putin, aún no confirmada por Pekín, en medio de las presiones de Occidente para que el líder chino utilice su influencia sobre el ruso para que cese su ofensiva en Ucrania. En tres jornadas en Francia marcadas por gestos de buena voluntad y malabares diplomáticos, Xi señaló ante su par, Emmanuel Macron, que Pekín se opone a que se centre la responsabilidad sobre Rusia o que se use la “crisis” para “lanzar una nueva Guerra Fría”.

Xi pidió la celebración de una conferencia internacional que sea “reconocida por Rusia y por Ucrania” para reanudar el diálogo, aunque expertos chinos como Wang Yiwei, de la Universidad del Pueblo, señalan a la prensa local que “Pekín no ha cambiado un ápice su postura sobre el conflicto”.

China ha insistido en la necesidad de respetar tanto la “soberanía y la integridad territorial” como las “preocupaciones legítimas de seguridad” de todos los países y rechazado cualquier sanción unilateral, al tiempo que ha seguido profundizando sus intercambios con Moscú. El analista Ding Chun, citado por el diario South China Mornig Post, cree que en las conversaciones entre Xi y Macron no hubo grandes entendimientos más allá de coincidir en la necesidad de “buscar una solución política” a la guerra.

Los dos líderes sí coincidieron sobre la situación en Gaza, con llamados al final de las hostilidades y la petición del mandatario chino de que se apoye la admisión de Palestina en Naciones Unidas como miembro de pleno derecho para relanzar la solución de los dos Estados.

Al margen, Macron, en una reunión trilateral con presencia de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, apostó por unas relaciones “equilibradas” entre la UE y el gigante asiático pero sin renunciar a medidas de protección frente a unas prácticas que considera desleales por parte de Pekín, especialmente por la subvención masiva de algunos sectores cuyos productos inundan el mercado europeo. La prensa francesa ha destacado que Xi descartó imponer aranceles al coñac francés en una muestra de buena voluntad: no se llegó a grandes acuerdos ni a compromisos, pero logró mantenerse firme en sus posiciones pese a las críticas para corregir los desequilibrios comerciales o cambiar de postura sobre Ucrania.

Más productiva fue la visita de Xi a Serbia, donde se reunió con su homólogo Aleksandar Vucic para prometerse apoyo mutuo en la ONU entre loas al marcado aumento del intercambio comercial bilateral, que se potenciará aún más con un acuerdo de libre comercio que entrará en vigor el próximo julio.

China tiene puesta la mira en Serbia como país receptor de sus inversiones en proyectos de infraestructura, pero también porque Vucic parece concordar con la visión “multipolar” del orden global de Xi, llegando a afirmar que el cielo es el único “límite” entre ambos países.

La última parada del viaje tuvo lugar en Hungría, donde el mandatario fue recibido por el primer ministro de ese país, Viktor Orbán, con vistas a intensificar la cooperación en todos los frentes y reforzar la influencia del gigante asiático en la región.