En Centroamérica, en Costa Rica ya han sido vacunados miles de ciudadanos, empezando por el personal de salud, pues los médicos son los llamados de primera línea y hay que protegerlos.
En Honduras han hecho mucha alharaca y mencionan marcas, cantidades y precios, pero no fechas seguras de su llegada y de su inicio de vacunación. Muchos políticos y empresarios, especialmente, se han ido a vacunar a otros países, especialmente a Estados Unidos. Eso es bueno porque vacunándose se cuidan ellos, igual a los demás.
Es lamentable, penoso y vergonzoso que desde marzo del año pasado hasta la actualidad han fallecido tantos doctores y doctoras, sumando un total de 61, a causa del coronavirus.
El pueblo hondureño se encuentra de luto por la pérdida de estas valiosas vidas e igual las más de 3,447 personas que han perecido durante esa pandemia, e igual estresados, amedrentados, angustiados y decepcionados por la negligencia gubernamental, especialmente en el área de la salud. La representante de la OMS y OPS en Honduras, Piedad Huerta; la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, y otras autoridades nacionales e internacionales confirman la efectividad de esta vacuna contra el coronavirus.
Estas vacunas estarían llegando en el mes de marzo a Honduras y tienen un precio promedio de unos cien lempiras, pero la preocupación de la sociedad es por qué tanta espera de una vacuna que urge que lo más pronto sea aplicada.
9,300,000 habitantes “gritan” al Gobierno que esta vacuna urge en un país llamado Honduras.