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Tribunal superior de cuentos

  • Actualizado: 10 octubre 2016 /

Sergio Banegas

El Congreso Nacional de la república ha iniciado el proceso de selección de los candidatos a las magistraturas del Tribunal Superior de Cuentas. Como parte del proceso está previsto que el elenco actoral comparezca en ‘audiencias’ (puestas en escena) el próximo mes de noviembre.

La deuda del TSC con la sociedad es altísima, tiene un déficit de credibilidad que ha forjado a lo largo de los años. La percepción de corrupción en las esferas gubernamentales y la limitada cultura de transparencia en el manejo del erario han hecho que el tribunal de cuentas se haya convertido en un auténtico tribunal de cuentos.

Los ciudadanos no creen que los recursos del Estado se utilizan con prístina honestidad, mucho menos que exista total transparencia en la dación de cuentas. Lamentablemente no se ha entendido que el gobernante y funcionario no son ‘dueños’ de los recursos estatales, son empleados y mayordomos del pueblo.

Se requiere de tal manera que los nuevos magistrados sean auténticos ‘leones’ dispuestos a entrar a la arena del coliseo hondureño con los colmillos afilados. Ello supone que debe estar ausente la injerencia de los “césares” tanto en su designación como en su desenvolvimiento cotidiano.

No hay duda que el país requiere que el Tribunal Superior de Cuentas sea un ente serio, que responda a la demanda eterna del pueblo hondureño de tener un estado que rinda cuentas claras sobre la administración de los bienes que le pertenecen a la nación. La hondureñidad está cansada de ‘elefantes blancos’ que por décadas no han cumplido su asignación de estar a la altura de la pulcra probidad.

Así que esperemos que no se repita la historia. El guión debe ser reformado y los nuevos actores deben quitarse las máscaras y revestirse de honestidad e integridad por Honduras. Cuentas claras amistades largas, de otro modo tendremos de nuevo lo mismo: cuentos y más cuentos.