01/05/2024
08:31 AM

Solo te das cuenta...

Salomón Melgares Jr.

“Solo necesitas la luz cuando te estás quedando a oscuras; solo extrañas el sol cuando comienza a llover; solo te das cuenta de que has estado eufórico cuando te sientes decaído; solo aborreces el camino cuando extrañas tu hogar; solo sabes que amas a esa persona cuando la dejas ir”. Creo que la letra de esta canción enuncia muy bien algo que no puede pasarse desapercibido: valorar lo que se tiene, ser agradecido, preocuparse por aquellos que están cerca y por la forma en que se administra la vida, no dar por sentadas las cosas cuando se tienen, y juzgarlas de la manera correcta mientras se tienen.

Esto también se aplica al contexto espiritual, que, a mi juicio, es el más importante: solo necesitas a Dios cuando te sientes enfermo, endeudado, desempleado, nervioso, desesperado o sin poder concebir ninguna esperanza. Así, mirando el fondo de tu vaso —como continúa diciendo la canción—, muy probablemente lo que encuentres será la culpa, es decir, una imputación por la omisión de la diligencia exigible, que provoca un sentimiento de responsabilidad por el daño causado.

¿Se siente identificado, querido lector? Si es así, déjeme darle tres consejos. El primero, no le dé el control de su vida a la culpa: todos somos humanos y cometemos errores. Dos, perdónese a sí mismo por esos errores, aprendiendo del pasado para ser mejor en el presente: el pasado ya no se puede cambiar, pero sí el hoy, lo que está delante. Y tres, preste atención a lo que dice el proverbio bíblico: “No le irá bien al que oculta sus pecados, pero el que los confiesa y se aparta será perdonado” (28:13 PDT). Como alguien bien lo escribiera en una oportunidad: nosotros pensamos que solamente necesitamos ser iluminados, porque no somos tan malos. Eso es muy diferente al darnos cuenta de que hay maldad en nuestro corazón, y que algo tiene que morir en mí. Jesús murió en la cruz para pagar por eso.