30/04/2024
08:20 AM

El perdón es un gesto de amor

Mimí Nasthas de Panayotti

Una de las actitudes no negociables de la vida cristiana es el perdón. No nos llamamos “cristianos” porque nuestro nombre aparece en el Registro Bautismal de la Parroquia, ni porque vamos a misa el domingo, sino porque imitamos su estilo de vida, especialmente en cuanto a la entrega y el perdón se refiere. Y tal vez sea esta última la lección más difícil de aprender. Este es un artículo escrito por José Mora hace algunos años pero que por su actualidad he querido compartir con ustedes.

“Acercándose Pedro a Jesús le preguntó: si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces lo tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?”

Pero la respuesta de Jesús echó por bajo sus cálculos, pues “setenta veces siete”. No es una operación aritmética que da como resultado una gran cifra, sino un adverbio: siempre. Es decir, no podemos poner límites ni ser selectivos: siempre y a todos. Nadie busca ser ofendido. No conozco a nadie que lo disfrute. Toda ofensa es una injusticia y no podemos gozarnos por ellas. Pero suceden: unas veces seremos ofendidos y otras veces seremos ofensores. Debemos enseñar a perdonar, pero también debemos enseñar a no ofender. Pero que nunca se nos olvide que cuando alguien nos ofende se nos presenta la oportunidad de imitar el gesto magnánimo de Nuestro Señor. Son muchos los que dejan pasar esta ocasión, los que las desaprovechan.

Todos nacemos millonarios: vida, dones, salud, capacidad, sol, agua, plantas, etc. Pero casi nadie se reconoce deudor. Pero cuando llegue ese momento en que reconozcamos que lo que somos y tenemos de Dios lo hemos recibido, tomemos también conciencia de que la única forma en que podemos pagarle es haciendo el bien a otros. Si a veces sentimos tan difícil perdonar es porque lo vemos como una obligación: “¿Cuántas veces debo perdonar?”El perdón no es una imposición, sino una gran oportunidad. No es un gran peso, sino más bien una liberación. No es una obligación, sino UN GESTO DE AMOR. Sintámonos livianos, perdonemos todas las veces que sea necesario, nuestra salud fìsica tambièn lo aprovecharà.