“Lo que sabemos es una gota de agua; lo que ignoramos es el océano”: Isaac Newton. La sabiduría según el diccionario es un carácter que se desarrolla con la aplicación de la inteligencia en la experiencia propia; la cual se acompaña de un grado alto de conocimiento, una conducta prudente y una capacidad para actuar con una conducta prudente y en equidad. En el tren de la vida se debe tener cuidado y reconocer la información, conocimiento y entendimiento. En el siglo XXI se tiene al alcance todo el conocimiento por medio del sistema educativo, o mediante las tecnologías de información, pero lamentablemente los indicadores sociales y económicos no funcionan igual con la apropiación de la sabiduría. En este sentido los legisladores, gobernantes, padres de familia, empresarios, estudiantes tienen el conocimiento de leyes, y normas, pero rechazan o desestiman la sabiduría, impidiendo lograr así los niveles de respeto, solidaridad y responsabilidades que se requieren para el desarrollo económico y la ansiada y muy buscada paz. El intelecto gobierna la capacidad de razonar, planificar y emprender ideas. “Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia” Proverbios 4:7 RVR60. Tenemos al alcance la sabiduría académica que se obtiene del estudio de las ciencias, historia, matemáticas, y vemos que el profeta Daniel y sus amigos estaban desarrollados. “A estos cuatro muchachos Dios les dio conocimiento e inteligencia en todas las letras y ciencias; y Daniel tuvo entendimiento en toda visión y sueños”. Daniel 1:7 RVR60. Tenemos la sabiduría profesional que es la que da consejos y dirección para seguir siendo competitivos y avanzar en el campo. La sabiduría financiera, la cual estudia la economía e inversiones, acciones y bonos para el avance del Reino de Dios. La sabiduría Espiritual es la suprema porque es la que integra todos los demás aspectos y da cohesión, somos un campo unificado “Por qué Dios da la sabiduría “Proverbios 2:6 RVR60. Todos aprendemos y enseñamos en el recorrido de la vida.
