19/04/2024
07:12 AM

¿Quiénes somos?

Mimí Nasthas de Panayotti

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Para dónde vamos? ¿Por qué vivimos? Desafortunadamente, el pobre ser humano no solo en muchas ocasiones no sabe, sino además ni siquiera sabe que no sabe. Lo peor de todo es la situación tan difícil y tan extrema en que nos encontramos. Sin embargo, estamos convencidos de que lo sabemos todo. Y con el covid la situación ha empeorado.

El ser humano cree que puede desenvolverse maravillosamente en la vida, con sus estudios, en colegios y universidades o con una buena cantidad de dinero. Desafortunadamente, detrás de tantas letras y buenos modales, títulos y dinero, bien sabemos que cualquier dolor de estómago nos entristece y en el fondo continuamos siendo infelices y miserables.

Ciertamente lo que importa es el modo de ser de cada persona. Algunos sujetos serán borrachos, otros abstemios; aquellos honrados y otros sinvergüenzas, de todo hay en la vida.

Esta repetición aburridora de dramas, comedias y tragedias continuará mientras carguemos en nuestro interior los elementos indeseables de la ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc. Mientras no cambiemos interior, psicológicamente y espiritualmente, continuará la repetición de todas nuestras miserias e infortunios. Todas las cosas, todas las circunstancias que se suceden fuera de nosotros, en el escenario de este mundo, son el reflejo de lo que interiormente llevamos. Con justa razón podemos aseverar solemnemente “lo exterior es el reflejo de lo interior”. Cuando uno cambia interiormente y tal cambio es radical, lo exterior, las circunstancias de la vida, cambian también.

Ciertamente, no resulta tarea fácil eliminar las emociones negativas, perder toda identificación con nuestro propio tren de vida y problemas de toda índole, negocios, deudas, pago de letras, hipotecas, teléfono, agua, luz, etc. Pero tenemos ayuda a la mano mediante el uso del maravilloso poder de la oración, esa conexión tan tristemente olvidada y que hoy necesitamos desesperadamente en estos tiempos de infortunio, en los que la corrupción campea en los entornos de nuestra patria.