Redacción.
Las Escrituras son una fuente de sabiduría que nos ayudan a renovar nuestra mente y romper paradigmas. Estos principios de sabiduría nos ayudarán a acercarnos a la prosperidad y vivir en ella, porque en la medida que estén bien fundamentados en nuestras vidas estaremos más cerca de nuestra prosperidad. Filipenses 4:11 “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación”. Aprender a vivir y a contentarnos con lo que tenemos es de sabios.
Establezca este principio en su vida, ya que muchos muestran su actitud ante la vida si tienen o no tienen, de acuerdo a circunstancias. Esto es importante, eso es parte de la riqueza verdadera.
Mateo 5:5 “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”. ¿Quiénes recibirán la tierra por heredad? Son los mansos. ¿Quién es un manso? Un manso no es alguien que tiene que aguantarse, no es un ignorante ni un débil. Si usted es manso considérese rico. El hombre de Dios debe mantener sus convicciones siempre. El hombre de Dios sabe que ser manso es mantener la fuerza bajo control. Esa es una señal de madurez, es una fuerza dentro de nosotros para dominio propio, no hay cabida para el desenfreno. Una cualidad de una persona mansa es que tiene un alto grado de comprensión. Siempre piensa en los demás antes que en él mismo. Otro principio fundamental es ser apacible. En el tiempo de Jesucristo los fariseos juzgaban de acuerdo a la letra, todo lo criticaban, debilitaban la fe del pueblo imponiéndoles cargas que ni ellos mismos podían llevar. Romanos 14:1 Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones. Hay que evitar las discusiones a toda costa. Otro principio básico es el respeto hacia los demás y saber responder en todo momento de manera apacible.
Proverbios 15:1 “La respuesta blanda calma el enojo, mas la áspera hace subir el furor”. Usted puede mantener sus convicciones sin perder las amistades, sin contender con ellas sobre ideologías o filosofías.
Ser moldeable es otro principio fundamental. Las personas moldeables pueden recibir y aprender mucho. No menosprecie la enseñanza, usted puede aprender tanto de un anciano como de un niño.
Santiago 1:19 “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse”.
Debemos renunciar al enojo. Podemos arrancar de raíz la ira y mantenernos en la mansedumbre que es la fuerza que viene de Dios. Y desde allí alcanzar la madurez en todo. ¡Bendiciones!
