El pueblo católico pide más respeto y veneración para la Patrona y Capitana por parte de los políticos y militares de Honduras. Ella es la Virgen de Nuestra Señora de Suyapa, que ayer viernes 3 de febrero celebró un aniversario más desde que Pio XII en el año 1925 la nombrara Patrona de Honduras.
Y desde el año 1969, el gobierno militar de Oswaldo López Arellano, el Estado, la nombró Capitana de las Fuerzas Armadas.
Sugerencia para todos los funcionarios gubernamentales, en especial a los que integran los tres poderes del Estado, empezando, que asistan a la celebración no solamente a persignarse y tomar la hostia, sino a reflexionar de lo bueno o malo que le están haciendo a un pueblo cristiano que se queja en esta fecha tan especial ante su Santa Madre María de Suyapa.
Donde los 128 diputados, hombres y mujeres, representen esa dulce y potente voz de la Patrona, legislen leyes a favor del pueblo en general para los 298 municipios del país, sin distinción de colores políticos o intereses particulares.
Que los militares tengan presente que la Capitana reconoce quiénes la honran e igual manera quiénes la avergüenzan y la indignan con diversos actos de corrupción.
En las familias que el padre continúe siendo la cabeza y la madre el corazón, donde el resultado sean hijas e hijos de bien. El derecho de una población para nacer, crecer y vivir para siempre en su país.
Esa es una de las principales peticiones y lamentos de la Santa Madre María, que ha dejado este mensaje este recién pasado 3 de febrero, pidiendo bendición, respeto, justicia y paz para una población que vive la violencia las 24 horas del día en un país llamado Honduras.
