26/04/2024
11:27 AM

¡Nunca lo permitas!

Alejandro Espinoza

“La omisión del bien no es menos reprensible que la comisión del mal”: Plutarco.

La culpa es un sentimiento tan complejo y poderoso por su origen y los elementos psicológicos que afectan la conducta humana, como ser la autoestima, perfeccionismo, autocensura y autoconfianza.

La culpa puede estar por algo que se hizo, algo que está usted realizando o está por realizar; siempre va a generar sentimientos de tristeza, angustia, frustración, impotencia o remordimiento.

En todo sentimiento de culpa siempre intervienen si el acto es casual o si hay una percepción negativa; la cual irá acompañado de vergüenza, culpa y preocupación.

Es esencial para liberarse de la culpa el poder identificar la conducta que le produce la culpa y no realizarla más, aceptar los errores es parte de la humanidad, pero no vivir más en ellos, se expresa a sí mismo, repare con buenas acciones, hábitos y tome la responsabilidad de decidir aprender para nunca más pasar en la misma área con el sentimiento profundo de culpa.

Siempre que usted experimenta el éxito hay etapas que le llevarán por el camino de la culpa; el culpar a otros se ha vuelto un deporte con muchos aficionados que solo gritan y celebran los éxitos, pero cuando usted pasa el momento duro, de soledad, tristeza, ellos dicen: soy de otro equipo, para desviar la atención las personas se victimizan y otras se ridiculizan, pero cuidado la vida es así dura, culpar a otros es un veneno que sabe bien en los labios, pero mata la motivación y destruye las relaciones.

El mayor regalo que podemos dar es abrir la puerta de la oportunidad y demostrar que se puede avanzar, seguir entrenando y permitir el poder ser entrenado. Valora y expresa el agradecimiento por aquellos que un día lo hicieron en su vida.

“Su propósito es enseñarles a vivir una vida disciplinada y exitosa, y ayudarles a hacer lo que es correcto. Justo e imparcial”.

Proverbios 1:3 NTV.