Vamos a suponer que usted tiene un automóvil de una buena marca, tal vez una europea (pongamos un Mercedes Benz, ya que podemos) con todos los lujos y detalles que traen esas marcas , ya sabe usted: asientos de cuero, las mejores luces tanto por dentro como por fuera, tecnología de punta, carrocería de las más fuertes, comodidad para usted y sus pasajeros, y una elegancia que además le permite presumir ante los otros.
Ah porque, estaremos de acuerdo en que, y esto sucede más en Latinoamérica que en otros lados, la gente decide el status del otro de acuerdo al auto que maneja, y por eso todo el mundo hace de todo (hasta lo que no debería hacer) para demostrar por medio de su vehículo, que el suyo es muy bueno.
Y digo en los países hispanos porque de verdad que solo basta haber pasado un tiempo en Estados Unidos o Europa para darse cuenta de que allá, la gente importante puede decidir o no, conducir un auto caro.
Y es que una cosa es darse este tipo de lujos porque se puede y se quiere y otra hacerlo únicamente para aparentar. Entonces, y volviendo a este carro suyo, si tiene todas esas cualidades entendemos que se trata de uno que requiere de un buen mantenimiento para funcionar adecuadamente y no dar mayores problemas.
Pero ¿qué sucede si a medida que pasa el tiempo usted simplemente, y por la razón que quiera, descuida este auto? Pues lo que es de esperarse, poco a poco y por muy bueno que sea, se va a deteriorar hasta llegar al punto de no funcionar más. Y luego pasa que usted lo necesita para moverse, así que decide invertir para recuperarlo pero ha sido tanto el tiempo de abandono que necesitará invertir mucho más y pues usted ya no quiere hacer eso, decide que será más fácil comprarse otro carro pero, no quiere deshacerse del primero, por alguna razón que tal vez no haya analizado a profundidad, prefiere mantenerlo en su garaje por años aunque esto implique más y más daños a todo el sistema de su bello Mercedes.
Pues lo mismo sucede con su relación de pareja. Puede que usted esté con un buen tipo o una gran mujer, ya sabe, una de esas personas que ha trabajado mucho en sí misma para estar en las mejores condiciones.
Probablemente se trate de alguien bien educado (a), financieramente estable, elegante y hasta guapo (a) o alguien que tiene todas las características que para usted es importante que tenga. Usted, que seguramente es alguien parecido, ha podido (por esto mismo) acceder a él o ella y estuvo feliz por un tiempo pero luego ya no, y descuidó esa relación.
Quizás se haya dado cuenta de lo valiosa que era esta persona y decidió retomar el asunto pero se dio cuenta de que era tarde, que tal vez tendría que esforzarse mucho más para compensar el tiempo de abandono y pues, ya no tiene ganas de hacer eso pero tampoco ha pensado en la opción de dejarla o dejarlo ir. Aquí es donde debería entrar el análisis que le hará entender qué es lo que sucede con usted.
Por otra parte, ya no estamos hablando de un auto que no puede decidir repararse, encenderse solo y salir de ese garaje, sino de una persona que aún pudiendo hacerlo, no lo hace. Pero esa es otra historia...