“La rebeldía es la vida la sumisión es la muerte”: Ricardo Magón.
Antes de hablar de promoción es fundamental definir la sumisión, cuando voluntariamente se someten a una autoridad o voluntad de otras personas; esta palabra se origina del latín submissio que significa “sometimiento” llamado también como obediencia, rendición.
Vivimos tiempos donde las personas buscan no solo una personalidad sino donde existe la autoridad, la actividad más importante hoy en día es el liderazgo; en un gobierno de democracia la sumisión no existe, pero en un reino sí hay sumisión, en la democracia solo cooperación es decir trabaja hasta que su voluntad quiera.
La sumisión se expresa con obediencia, en la democracia se contiende.
El lugar más importante para vivir es bajo autoridad, las personas buscan el poder, pero no la sumisión, el secreto del éxito es encontrar su autoridad y vivir bajo ella, todo lo creado se somete a algo para que funcione crezca y prospere.
El pez se debe someter al agua, la semilla se somete a la tierra, los pescados logran vivir y sobresalir porque nunca dejan el agua. La autoridad en la cual nos sometemos es fuente de vida.
Para muchos la palabra sumisión se ha convertido en una mala palabra, ya que a veces se usa la rebelión como un acto noble de heroísmo, la verdad es que la sumisión es el camino de Dios para la “PROMOCIÓN”.
Siempre que vives en sumisión quizá no siempre puedes hacer lo que quieras, pero puedes hacer más de lo que eres capaz de hacer, el liderazgo tiene sus raíces en el principio de autoridad y responsabilidad. El rey David tuvo muchos procesos, en un momento de su vida cortó la orilla del manto de Saúl, pero respetó al rey y vino su promoción. “Someteos unos a otros en el temor de Dios”: Efesios 5:21 RVR60.
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