28/04/2024
11:55 AM

Inteligencia emocional

El proceso de recordar por definición se entiende como tener en la memoria o retener algo en la mente.

Sergio Banegas

El proceso de recordar por definición se entiende como tener en la memoria o retener algo en la mente. Por un asunto humano y de resguardarnos en la salud emocional siempre queremos olvidar los episodios de trauma y recordar las experiencias placenteras.


Sin embargo, aunque pretendamos ser selectivos en lo que ocupa el disco duro de nuestra memoria allí estarán guardados por igual tanto la apreciada maestra que nos enseñó a escribir en la escuela como el perro que nos hizo sentir el miedo por primera vez.

Estos factores de los recuerdos, entre otros, ponen a prueba nuestra inteligencia emocional que básicamente consiste en el bienestar psicológico general de la persona: es decir, cómo nos sentimos con nosotros mismos (autoestima), la calidad de nuestras relaciones (dimensión social), la capacidad para gestionar las propias emociones (introspección), y afrontar las dificultades (factores externos).

Tal como si fuésemos gerentes de una empresa se requiere que hagamos de manera personal un análisis Foda que se utiliza como herramienta de planeación y toma de decisiones que ayuda a entender los factores internos y externos de una situación que se quiere mejorar, innovar o incluso prevenir.


Así que procedamos a identificar de manera honesta, concienzuda y objetiva nuestras fortalezas: qué cosas hacemos bien y nos hacen fuertes; oportunidades: en qué espacio podemos explotar nuestros dones para bien de los demás; debilidades: los asuntos internos que nos paralizan y que están sin resolver; amenazas: aquellos focos externos de crisis que podemos evitar siendo proactivos.


En un mundo en caos, viviendo en un país que resalta por corrupción estatal, con altos niveles de pobreza y desempleo, es menester que cuidemos nuestro estado emocional para que no abortemos jamás la esperanza de un mejor mañana.