09/05/2024
11:52 AM

Fiscalía señalada

Sergio Banegas

El Congreso Nacional ha repetido las mismas artimañas del pasado, el oficialismo a sabiendas que no tiene la mayoría calificada para imponer sus candidatos para elegir al nuevo Fiscal general y fiscal general adjunto, realizó una jugada estratégica de nombrar interinatos a través de la Comisión Permanente.

Estamos claros que la Fiscalía general de la República requiere un cambio absoluto en su actuar en la persecución del delito a través de la acción pública penal; la década pasada la institución fue cooptada por un estado falaz y fallido que la absorbió bajo el manto retrogrado de la corrupción y del silencio cómplice ante lo evidente.

El abogado Chinchilla fue un títere de la ilegalidad y una caricatura de quien el ejecutivo hizo y deshizo como marioneta subyugada a los intereses del usurpador; en fin, aun su elección fue completamente ilegal pues apareció como haz debajo de la manga al no estar en la nomina de la Junta proponente de aquel entonces.

Pero ello no justifica que el actual partido gobernante de quien realmente se esperaba un cambio tal como lo prometieron, se ensañe contra la institucionalidad violentando los procesos legislativos que dicta la constitución de la República y las leyes; es así como el interinato en la fiscalía puede alargarse de manera indefinida si el oficialismo nunca agenda esa votación en el hemiciclo al saber que no tiene los votos requeridos de acuerdo con su intención.

De hecho, una de las bases de todo estado de derecho republicano y democrático es justamente la separación de poderes, el equilibrio sistémico en el ejercicio y función del poder estatal; de otra manera el gusano del autoritarismo carcome toda norma de derecho y se apropia sutilmente de todo el engranaje político.

Veremos y estaremos atentos a la conducta de los interinos nombrados en la Fiscalía de la nación; deben obedecer únicamente a la carta magna, a las leyes, y a las altísimas demandas de justicia pronta y expedita que tanto anhela el pueblo hondureño; de otra manera el señalamiento será permanente y como mancha indeleble la cual será imposible de borrar por ningún sobreseimiento.