24/04/2024
02:04 PM

En las escaleras está el secreto  

Arturo Nolasco

En la Persia antigua, hoy parte del territorio iraní, en las religiones de Mitra se describe algo así como los siete peldaños de una escalera a la cual se debía subir si la intención era alcanzar la perfección de las religiones del Oriente, ellos lo definían como el ascenso de una energía vital. Es más, en mitos de territorios de Escandinavia se hablaba de un árbol por el que deben trepar los iniciados.

Hay un poema llamado 'Las escaleras de la vida' de Araceli Vellber, donde define escalones llenos de ternura, amor y pasión, pero también escalones donde hay que librarse de espinas y escorpiones; es un escrito fascinante y con profundo significado, es más, acá se los comparto:
“En algún momento tendré que subir las escaleras y tú bajarlas, entonces, un peldaño será nuestro, para cubrirlo de arañazos, para dejar a los escorpiones, enseñar sus aguijones, para el zapateo constante de los ex amantes, para que paseen los niños, ya con el desayuno, para cubrir de besos los escalones o para dejar los escalones vacíos. En algún momento terminarán los escalones, será como cuando termina la vida y terminan los besos y cubriremos de escamas nuestra piel para protegernos del calor del infierno. De cualquier manera, me gusta cuando caminas, contemplo que estás aquí, allá, o no sé dónde, pero estás, quizás bajando o subiendo escaleras de la vida”.

Ahora bien, a través del tiempo a la escalera cada quien logró sacarle el mayor provecho posible de acuerdo a la interpretación o uso que quiso darle, obviamente partiendo de su forma y dimensiones, pero metafóricamente en el peldaño más alto de las ironías lo real es que sigue siendo la gran mayoría una escalera y una predominante minoría subiendo constantemente las escaleras.

La infidelidad es un término tan amplio y a la vez incomprendido de cultura a cultura, en definitiva no se puede reducir solo al amor o al desamor entre un hombre y una mujer, por describirlo de alguna manera.

Por ejemplo, en otro de tantos contextos, en las últimas semanas he podido escuchar el verdadero motivo del porqué quienes buscan subir la escalera política dicen sentirse en la obligación de visitar cada barrio, colonia, un pueblo, mi ciudad, la suya, y si más marginal es, mejor, todo en su carrera contra reloj por lograr un puesto en el selecto grupo de elegidos para gobernar y este lo define así: “si no convocamos a concentraciones políticas, ni vamos con la gente entonces dirán que nunca nos conocieron y no tendrá sentido nuestro esfuerzo”, así resume su más alto nivel de creatividad un líder moderno urgido por ser escogido por escaleras para llegar a una diputación o la presidencia de esta nación.

Son interminables las imágenes donde podemos apreciar a unos llegar con pipas llenas de agua a colocar mangueras de tres pulgadas de grosor y un gran chiflón sobre pilas que han permanecido secas por mucho tiempo, pero sí llenas de larvas y moho; otros se volvieron pintores expertos cargando 'rodos', brochas y latas de pintura, y no ha faltado el “Santa” regala láminas, además de los aplana calles en buldócer oxidados en uso solo en tiempos previos a elecciones, o sea, cada cuatro años.

En una de las humildes viviendas podría describir a niños con camisetas y calzoncillos, pies descalzos con tanta cantidad de agujeros y cicatrices como las mismas calles del pasaje o la cuadra entre cráteres que contrastan, por ese día, con hombres y sus camisas de tres mil lempiras, con pantalones de no menos de dos mil, zapatos muy bien boleados, de fajas y relojes traídos del extranjero; ahí, cara a cara con la plebe de ojos brotados ante tan deslumbrante visita de extraterrestres que en su vida volverán a ensuciar sus prendas ante la miseria, pero por ahora sí te ocupan escalera.

En la capital de la república, por ejemplo, los sube escaleras han hecho de la más grande y crónica crisis de su historia (la falta de agua) el peldaño más sagrado donde nos encontramos, es aquí donde se vuelven infieles, regalando amor y ternura, pero escondiendo los arañazos y también sus aguijones, pues esos serán para el próximo peldaño donde estarán ocultos por cuatro años mientras ellos suben y ustedes bajan en la escalera de la vida.