30/04/2024
03:40 PM

Embarazos en adolescentes

Jibsam Melgares

Según estadísticas del año pasado, Honduras se encuentra entre los primeros cinco países de Latinoamérica en lo que concierne a embarazos en adolescentes (15 a 19 años). Sin duda, este es un problema que debe ser abordado con prontitud por el nuevo Gobierno, pero que también implica el involucramiento activo de toda la sociedad sin excepción.

Nuestros niños, adolescentes y jóvenes urgen de una educación sexual equilibrada. Actualmente, ellos se encuentran en medio de dos posturas extremas respecto al tema sexual. Por un lado, en los medios de comunicación y de entretenimiento se nos presenta una visión del sexo demasiado libertina y desenfrenada, donde prácticamente se eleva la exigencia sexual al mismo nivel de las necesidades básicas y se reduce la intimidad a un simple encuentro de placer genital. Por el otro, tenemos las instituciones de formación –familia, escuela e iglesia–, donde el tema se aborda con demasiada cautela, temor o simplismo, dando la impresión de que el sexo es un elemento anómalo del ser humano, que es sucio o pecaminoso.

Nuestras nuevas generaciones necesitan entender que la mejor manera de disfrutar del sexo es en el marco del matrimonio monógamo y que, más que una unión meramente física, es el resultado del amor y de la entrega mutua de la pareja. Esto les preservará de los trastornos psicológicos y emocionales causados por la promiscuidad, así como de los efectos terriblemente dañinos de las enfermedades de transmisión sexual. Se fortalecerá, a su vez, el concepto de familia y el de la responsabilidad personal, tan necesarios hoy en día. Consideramos, pues, que la mejor manera de educar sexualmente a nuestros jóvenes no es dándoles preservativos o una simple charla de reproducción humana.

Otro aspecto que como sociedad no podemos soslayar es la necesidad de crear más espacios de realización humana para nuestros jóvenes. El mundo hostil y sin oportunidades que les ha tocado enfrentar los orilla muchas veces a que, como bien menciona Alex Chiang, busquen “en el ejercicio de su sexualidad la felicidad que la sociedad les niega por otros medios”.