07/06/2023
01:54 PM

Conectar con los jóvenes

Elisa M. Pineda

Hace poco tiempo, con motivo de la Conferencia Mundial sobre el clima (COP26) celebrada en Reino Unido, los medios de comunicación nos transmitían las imágenes de Greta Thunberg, reconocida activista ambiental, de tan solo 18 años. El llamado de Greta a frenar la retórica y poner en marcha acciones concretas fue muy claro: no más “bla, bla, bla”.

Greta es símbolo de una generación que se abre paso, la llamada Z o “centennial”, nacidos aproximadamente entre 1995 y 2015, nativos digitales, que buscan una participación más activa en los cambios que demanda el mundo, preocupados por el futuro y muy impacientes. Con los millenials, nacidos entre 1981 y 1994 tienen en común su conexión a internet y el interés en expresar su opinión, además son también exigentes e impacientes.

Estas generaciones representan el voto joven de Honduras (entre 18 y 30 años) el 40% del censo electoral, la porción de la población a conquistar por los candidatos en las recién pasadas elecciones generales. Quien lograra establecer una comunicación eficaz con ellos, tenía grandes posibilidades de éxito, y eso fue lo que sucedió.

Más allá de las condiciones del contexto, de los escándalos por corrupción, hay que reconocer que la alianza liderada por el Partido Libre desarrolló estrategias de comunicación acertadas. Libre orientó su comunicación persuasiva a los indecisos, a los jóvenes, con un estilo fresco, de mensajes breves, en lenguaje sencillo y empático, fácilmente comprensible para la población. Vale la pena hacer un análisis de algunos aspectos muy relevantes. Veamos.

El uso de frases positivas y breves, convertidas en hashtags que rápidamente se esparcieron, en lugar de las negativas utilizadas por el partido oficialista.

El enfoque en el pasado reciente solamente para argumentar la necesidad de un cambio, invitando a participar con esperanza en el futuro. No utilizaron el golpe de Estado o crisis política de 2009 como fuente de sus mensajes principales, sino que apalancaron sus ideas en la lucha contra la corrupción.

Poco énfasis en temas ideológicos en sus mensajes de campaña, aunque no así en su plan de gobierno. Además, una participación menos beligerante del expresidente Manuel Zelaya dejó espacio para que su esposa tomara el protagonismo.

La candidata ahora presidenta electa no se detuvo a devolver ataques. Para la defensa de la alianza estaba una segunda línea, muy bien preparada con argumentos y frases difíciles de contrarrestar: los candidatos a designados a la presidencia y diputados. Doña Xiomara nunca se mostró alterada, no parecía inmutarse, serena y segura, pero sobre todo natural.

Finalmente, el reconocimiento de los jóvenes como prosumidores (receptores de mensajes pero también productores de contenido) el endoso de mensajes por jóvenes populares en el mundo digital y fuera de él, así como el llamado del día de las elecciones en un video breve transmitido en redes sociales, dirigiéndose a Honduras, no solo a sus partidarios, con un uso brillante del paralenguaje (gestos, entonación y ritmo) como cierre.

La importancia de conectar con los jóvenes es una gran lección que nos deja este proceso electoral, no solamente a los actores políticos, sino a toda organización y empresa activa desde diversas perspectivas en la vida nacional.

El reto ahora es pasar de la narrativa a la acción, y que esa comprensión de los jóvenes trascienda lo comunicacional y se vea reflejada en el Gobierno. ¿Cuántos perfiles jóvenes habrá en la nueva administración? Recordemos que la impaciencia es una de las características relevantes de la juventud. Pero esto es objeto de otro análisis; por ahora, disfrutemos de la paz y la esperanza que nos dejó uno de los procesos con más participación ciudadana.

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