Habíamos caído en San Pedro en un desorden vial inimaginable, que está siendo corregido por las autoridades actuales, pero siempre hay un pelo en la sopa: hay áreas importantísimas que no están viables, que se pueda circular libremente, con rapidez y precisión, especialmente en el centro, así como hay áreas donde no debe ser tan viable el tráfico.
Se ha adoptado el sistema de grúas en la ciudad y estamos de acuerdo, pero los encargados de estos deberían ser inteligentes y no brutos, ni borregos. En una calle al este del Colegio María Auxiliadora, calle amplia, a las 9 de la mañana me llevaron el carro con la grúa porque reconozco que estaba en la izquierda. Tenía un minuto de haber entrado cuando me hablan que tengo un paciente herido de bala en el hospital Betesda, salgo y estaba la grúa, todavía mi carro no lo habían subido, estaban a tiempo de no subirlo, le expliqué al policía municipal que soy de la tercera edad, soy médico que tenía un minuto de haber entrado a la fotocopiadora (tengo más de 6 testigos) que me estaban llamando para una emergencia, que en ese momento era el único carro en la calle, quizás por ser microcefálico y anencéfalo no entendió lo que es un paciente baleado. Agarré un taxi casi media hora después; cuando llegué el paciente estaba grave y falleció.
Posteriormente fui a la estación en Las Palmas con la esperanza de que alguien me escuchara; no había nadie con quien hablar, nadie entendió razones tuve que pagar 1,500.00 lempiras, esto mismo, más de 30 personas protestando porque su carro había sido levantado incluso enfrente de su casa de habitación: una señora de 70 años, 4 estudiantes de la Facultad de Medicina que hacen una función en el Leonardo Martínez, que ayudan al pueblo con sus labores, una señora con una niña que se le había caído y tenía una herida en la cara y estaba donde el médico. Había además más de 45 policías municipales, perdón activistas políticos del alcalde Calidonio, es una orden que estamos cumpliendo decían al unísono.
Recientemente en los periódicos dijeron que de julio a la fecha han recaudado, por no decir robado, 3.5 millones de lempiras en multas, son casi 25 carros diarios y no se puede arreglar nada con nadie, es una orden de las autoridades, repiten los borregos.
Al señor Calidonio le urge darle chamba a sus correligionarios, recuperar el dinero que invirtió en campaña, y su respectiva ganancia, porque ese día vi por lo menos 6 grúas entrando con carros –quizás él o un amigo son los dueños y hay que aprovechar este período–, sin importar si es una persona de la tercera edad, si es un enfermo con cáncer terminal, porque ese día andaba un paciente que tenía cita para quimioterapia en la Liga Contra el Cáncer que también le habían levantado su carro y nadie lo escuchó.
Recapacite señor Calidonio, dígale a sus compinches que analicen los casos, que actúen con cordura, un día encontrarán a alguien que no tolerará la soberbia y la prepotencia de sus acciones, no quiera en poco tiempo recuperar lo que invirtió en su campaña, y si la medida es general para todos como dicen ahí en Las Palmas, empiece por usted y las demás autoridades que se parquean enfrente de la Alcaldía por los dos lados, que ahí estorban, aunque usted sea el alcalde.