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A la cárcel por cantar en Cuba

  • 04 agosto 2022 /

No hay nada más patético y vergonzoso que una dictadura intente silenciar una canción. Como en Cuba. Desde que salió la canción Patria y Vida a principios de 2021, el régimen de La Habana ha tratado de censurarla.

Pero una cosa es prohibir que salga en la radio y la televisión oficial, y otra muy distinta es tratar de erradicar un canto de lucha que tararean en su mente muchísimos cubanos. Eso no pueden hacerlo. Ni podrán.

Nada más tentador que lo prohibido. Basta que un gobierno diga que algo no se puede oír para buscarlo. Estas son algunas de las estrofas que han hecho temblar al régimen cubano:

“No más mentiras

Mi pueblo pide libertad, no más doctrinas

Ya no gritemos patria o muerte sino patria y vida

Y empezar a construir lo que soñamos...

Que no siga corriendo sangre

Por querer pensar diferente

¿Quién les dijo que Cuba es de ustedes?

Si mi Cuba es de toda mi gente”.

La dictadura cubana no puede meter a una canción a la cárcel. Pero sí puede encarcelar a uno de sus coautores, Maykel Castillo, mejor conocido como El Osorno. “Maykel iba caminando por La Habana cuando unos agentes de policía lo interceptaron para hacerle preguntas y trataron de arrestarlo”, reportó Amnistía Internacional. Días después regresaron por él. “El 18 de mayo (del 2021) agentes de seguridad se presentaron en su domicilio y lo detuvieron. Está detenido en la prisión provincial de Pinar del Río por cargos de ‘atentado’, ‘resistencia’, ‘evasión de detenidos’ y ‘desórdenes públicos’”.

Y todo por cantar una canción. Maykel fue enjuiciado y sentenciado de cinco a nueve años de cárcel, según informó la Fiscalía General de la República de Cuba.

Cantar en Cuba es peligroso. Y poner algo en tus redes sociales que no le guste a la dictadura también. El artista visual Luis Manuel Otero recibió la misma sentencia que El Osorno -de cinco a nueve años de prisión- por utilizar la bandera nacional como prenda en un acto artístico en sus redes sociales, según reportó el diario español ABC.

En la internet es fácil encontrar las fotos de Otero en un performance que él llamó “La bandera es de todos”. Se le ve sencillamente con la bandera cubana sobre sus hombros. Y las acusaciones en su contra no pueden ser más vagas. “El tribunal argumentó el ánimo expreso de ofender a la bandera nacional mediante la publicación de fotos en redes sociales... menospreciando los sentimientos de nacionalidad y orgullo que le profesa el pueblo cubano a la enseña patria”. Por eso Luis Manuel está en prisión.

La represión en Cuba se ha incrementado desde las protestas prodemocracia del 11 de julio del 2021. Así lo denunció Amnistía Internacional: “Tras las protestas pacíficas celebradas en toda la nación, con el presidente Díaz-Canel a la cabeza, han intensificado una política de represión, aplicada durante décadas, que criminaliza la protesta pacífica y encarcela y maltrata a personas cubanas de toda condición solo por expresar sus opiniones”.

Unas 700 personas siguen detenidas tras las protestas del 11 de julio del 2021, según la organización Cubalex. Imposible confirmar de manera independiente cuántos son. Pero lo que sí sabemos es que Maykel está encarcelado y que su hija de siete años de edad, Jade de la Caridad, está pidiendo públicamente su liberación. Ella apareció en un video que hizo público (en la Cumbre de las Américas en Los Ángeles) el cantante Yotuel, otro de los coautores de Patria y Vida.

“Señores de la cumbre, jefes de Estado, aunque no los conozca desde Cuba, quiero hablarles sobre mi papá”, se escucha a Jade de la Caridad, mientras ve directamente a la cámara del celular. “Está preso solamente por cantar una canción y no ha hecho nada. Por favor ¿me pueden ayudar a liberarlo? Lo quiero mucho y lo extraño”.

Las dictaduras destruyen familias, como la de Maykel, e infancias como la de Jade de la Caridad. ¿Cómo puede vivir tranquilamente una niña de siete años en Cuba luego de saber que a su papá lo arrestaron solo por cantar una canción?

“No sabemos cómo salir (de la dictadura) pero sabemos cómo funcionan”, me dijo Yotuel en una entrevista. “Ahora te pueden condenar a muerte por decir a Cuba ‘libre’; te pueden echar 30 años por salir a manifestarte libremente; te pueden echar 15, 20 o 30 años por recibir una recarga de teléfono mía o de alguien que diga que usted recibió carta de un disidente. Eso es un atentado a la patria y eso es sedición. Hacen lo que les da la gana.”

La principal característica de cualquier dictadura es la intolerancia, es esa imposibilidad de aceptar críticas y puntos de vista opuestos. Y Cuba es la reina de la intolerancia. No solo ahí encarcelan a los que piden un cambio democrático -luego de 63 años de tiranía- sino también a los que cantan y suben sus expresiones artísticas a la internet.

Algo se rompió ya en la isla.

Miguel Díaz-Canel y sus compinches deben tener muchísimo miedo, tanto que una canción los pone a temblar. Se saben vulnerables y temen que se acerque el momento del cambio. Por eso tanta represión. Deben estar aterrados de ver las imágenes en Sri Lanka donde miles de ciudadanos tomaron el palacio presidencial, obligaron a huir al presidente y se metieron en su cuarto, su gimnasio y su piscina.

Claro, Cuba no es Sri Lanka y no sabemos lo que va a pasar en la isla. Pero la inconformidad con el régimen crece y, al menos, ya sabemos cómo sonaría la canción de la victoria y la libertad.