17/09/2024
12:31 PM

Argentina: ¡Ojalá ganen!

Si hubiera que señalar la principal ventaja comparativa de los gobiernos neoprogresistas latinoamericanos las opiniones estarían divididas entre 'la buena suerte' y 'la oposición'.

    Si hubiera que señalar la principal ventaja comparativa de los gobiernos neoprogresistas latinoamericanos las opiniones estarían divididas entre 'la buena suerte' y 'la oposición'.

    La bonanza económica que generó la irrupción del neoliberalismo en China e India es uno de los sostenes de tanto presidente iluminado y verborrágico que hoy predomina en la región. Sin ese viento a favor que les ha generado 'el mercado' al que tanto repudian, hace rato que a más de uno le había llegado el momento de partir.

    Más aún que los buenos precios, la gente tiene valores a los aprecia más que al mero bienestar económico, la mejor suerte de todos ellos ha sido la oposición. Con una oposición política diferente, en algún país, quizás Venezuela, ya se habría dado el cambio y en otros, quizás Ecuador, no estarían los que están. Resulta una verdad casi innegable que el ascenso de Lula, Chávez, Kirchner, Vázquez, Morales, Correa y Ortega, no fue por mérito propio sino por demérito de los otros, por el agotamiento de los partidos y figuras históricas y tradicionales. Fue tras el grito de 'que se vayan todos' que aparecieron ellos. En estas horas, en Argentina se han definido los candidatos a la presidencia que competirán el próximo 28 de octubre, en elecciones que casi nadie duda que ganará Cristina Fernández de Kirchner, esposa del actual presidente Néstor Kirchner, una fórmula alternativa a la reelección permanente para mantenerse indefinidamente en el poder, y sin el riesgo de que puedan ser llamados 'dictadorcitos'.

    Los competidores por lo menos serán ocho: Cristina y el resto de la oposición que, como se ve, va muy poco unida. Puestos así los nombres sobre la mesa, la esperanza de una segunda vuelta se diluye. No hay balotaje si un candidato obtiene más del 40 por ciento de los votos y una ventaja del 10 por ciento sobre su inmediato seguidor. Según las encuestas, la hoy primera dama consigue esos números y si necesitaba alguna ayuda un abanico opositor tan abierto se la da.

    Existía la expectativa de que una oposición un poco menos desunida más ciertas cosas de los últimos tiempos que 'afean' bastante al gobierno, inflación, crisis energética, inseguridad, corrupción, abusos de poder, abrieran la posibilidad de, por lo menos, darle un buen susto a los Kirchner.

    Parece que no será así y la oposición tendrá el gobierno que se merece. Esto es lo que piensan algunos, aunque otros, más respetuosos de las habilidades opositoras, hablan del gobierno que la oposición quiere y al que, hoy por hoy, y con vista a un futuro no muy lejano, necesita.

    El razonamiento es éste: en muy poco tiempo y sin necesidad de que los buenos vientos cambien demasiado, el desastre de la actual gestión habrá de reflejarse en la realidad y el próximo gobierno deberá hacerse cargo de ello y lo justo y lo que conviene es que sean los Kirchner. En esta elección hay poco para ganar y ya vendrá el tiempo para acuerdos y coaliciones.

    Todos piensan y confían en el después, sobre todo en el que le espera a Cristina Kirchner luego de las elecciones. Por ello es que muchos de sus más duros opositores desean que gane y lo desean con fuerza y con la misma sinceridad y malicia con que aquel jorobado y deforme a quien le robaron la ropa mientras se bañaba le gritaba al ratero que huía con sus prendas : 'Ojalá te queden bien'.