Inicia la cuenta regresiva por las últimas visas doradas en España

El Gobierno español puso fin a la concesión de visados por inversión, en un intento por frenar la crisis inmobiliaria.

  • 22 de abril de 2025 a las 14:11 -
The New York Times

Por: Julia Echikson/The New York Times

Jim y Katharine Miller Diehl creían haber encontrado la salida de Estados Unidos: un nuevo departamento de tres recámaras con vistas al Mediterráneo en el sur de España. La pareja jubilada de Florida contaba con el programa español de residencia por inversión, o “visado de oro”.

“Vivir en el extranjero ha sido el sueño de toda la vida”, dijo Katharine Miller Diehl, de 63 años. “Simplemente nos atrajo España. El costo de la vida es mucho menor que en EU. El ritmo de vida es más tranquilo. La comida es estupenda”.

Eso fue hace tres años. En marzo, con la construcción de su departamento a punto de finalizar, la pareja se apresuró a viajar a España para presentar solicitud formal al programa, que otorgaba derechos de residencia a los extranjeros que compraran propiedades con un valor mínimo de 500 mil euros. La fecha límite era el 3 de abril.

El año pasado, el Gobierno español anunció abruptamente que dejaría de emitir visados por inversión, como parte de un nuevo enfoque para combatir la crisis inmobiliaria que había dejado las rentas y los precios de las viviendas fuera del alcance de muchos españoles nativos.

“La vivienda es un derecho constitucional, no un simple negocio especulativo”, declaró Pedro Sánchez, el Presidente del Gobierno, en abril del 2024. “Por eso vamos a eliminar el visado de oro”.

Residencia por inversión

Hace una década, España y otros países europeos, incluyendo Portugal y Grecia, buscaban desesperadamente atraer inversionistas tras la crisis de deuda del 2009. Ofrecieron visas de oro —permitiendo a recién llegados trabajar, vivir y estudiar en el País— para ayudar a cubrir los déficits presupuestarios y reactivar sus mercados inmobiliarios.

El programa español, iniciado en el 2013, resultó demasiado popular. El Gobierno reporta que se otorgaron más de 15 mil visas vinculadas a inversiones inmobiliarias, principalmente a estadounidenses, británicos, chinos, rusos y ciudadanos del Medio Oriente. Entre el 2016 y el 2023, el programa generó unos 10 mil millones de dólares en inversiones. Las visas tenían una validez de cinco años y podían renovarse, y permitían a los beneficiarios rentar sus viviendas a corto plazo. Desde el 2020, el número de estadounidenses residentes en España ha crecido 32 por ciento, a casi 70 mil.

Durante el último año, las rentas y los precios de la vivienda han aumentado 11 por ciento. Han estallado protestas contra las plataformas de rentas a corto plazo y los crecientes precios de las viviendas en las principales ciudades, como Madrid y Barcelona.

España ha construido unas 90 mil viviendas al año desde el 2021, pero la población ya ha crecido en casi 2 millones.

Sánchez afirmó que también planea duplicar el impuesto predial al momento de la compra de propiedades adquiridas por ciudadanos no pertenecientes a la Unión Europea —en un esfuerzo por impedir que los titulares de visas de oro conviertan sus viviendas en rentas a corto plazo. Dijo que “Occidente enfrenta un reto decisivo: no convertirse en una sociedad dividida en dos clases, los ricos terratenientes y los pobres inquilinos”.

España no es el único país abrumado por el éxito de la residencia por inversión: Portugal cerró su programa en el 2023, al igual que Irlanda.

“Se avecina el tsunami”: las exportaciones chinas inician expansión global

Algunos agentes inmobiliarios españoles dicen que el impuesto propuesto contribuirá poco a resolver el verdadero problema: desde el 2021, España ha construido alrededor de 90 mil viviendas nuevas al año, reporta el Banco de España. Sin embargo, la población ha crecido en casi 2 millones en ese periodo, afirma el Instituto Nacional de Estadística.

Michael Schatman, originario de Nueva Jersey, decidió mudarse a España después de que su hijo estudió en Madrid. Podría continuar a distancia trabajando como investigador. En octubre, presentó una oferta por una casa cerca del Mar Mediterráneo en Jávea, unos 115 kilómetros al sur de Valencia. El trato no prosperó. Una semana después, firmó contrato para otra vivienda por 960 mil euros (poco más de un millón de dólares), 100 mil euros más de lo que presupuestó inicialmente.

“Tenía prisa”, dijo. “Sentía que tenía que hacerlo si quería la visa de oro”.

Pero valió la pena. Recibió su visa unos dos meses después del cierre de la venta.

©The New York Times Company 2025

Te gustó este artículo, compártelo
Staff NYTimes
Staff NYTimes
Contenido exclusivo

The New York Times International Weekly es una publicación periodística exclusiva y de clase mundial de The New York Times. Sus reportajes abordan una amplia temática: tendencias, política, análisis, ciencia, tecnología, arte, diseño y estilos de vida.