Por: Lara Jakes y Bernhard Warner/The New York Times
TURÍN, Italia — Recién salidos de la línea de ensamblaje, los dos aviones Eurofighter rugieron a 300 kilómetros por hora por la pista en Turín antes de despegar con los Alpes cubiertos de nieve como telón de fondo. Su destino era Kuwait, un vuelo de seis horas.
El Ejército kuwaití es el primer cliente extranjero que adquiere los aviones supersónicos de Leonardo, el contratista de defensa italiano que fabrica el Eurofighter como parte de un consorcio con productores en Gran Bretaña, Alemania y España. Es probable que haya más tratos de ese tipo, al tiempo que Europa vuelve la mirada al interior para desarrollar sus defensas en medio de la guerra comercial del Presidente Donald J. Trump y sus exigencias de que Europa deje de depender de EU para su seguridad.
La demanda de armas repuntó en Europa tras la invasión rusa de Ucrania en el 2022 y ha persistido. Ahora que Europa produce más y mejores armas, también busca vender sus mercancías en el mercado global.
Giancarlo Mezzanatto, un funcionario de alto nivel en Leonardo quien fue director general del consorcio del Eurofighter hasta diciembre, apuesta a que el antagonismo de la Administración Trump hacia Europa alentará a más ejércitos a comprar armas europeas.
Rearme
Incluso antes de que Trump invocara severos aranceles globales el mes pasado, las acciones del sector de defensa de Europa cotizaban alto, en parte porque inversionistas que las habían desestimado durante mucho tiempo están reconsiderando sus posturas.
El cambio representa una modificación importante en el número de inversionistas que han abordado la industria de la defensa en Europa. Los gobiernos del Continente redujeron drásticamente sus ejércitos al finalizar la Guerra Fría en 1991 y empezaron a destinar dinero a pensiones, cuidados de la salud, educación, programas ambientales y otras prioridades económicas consideradas más importantes que construir armas.
Jens Munch Holst, el director de AkademikerPension, un fondo de inversión, dijo que la amenaza de Trump de expropiar Groenlandia, un territorio semiautónomo de Dinamarca, fue “una noticia impactante para los daneses.
“En febrero, todo cambio”, afirmó.
Leonardo también desarrolla un avión de combate de nueva generación, el Global Combat Air Program, con productores en Gran Bretaña y Japón; se anticipa que entre a servicio militar en el 2035.
Se espera que su tecnología compita con, o incluso rebase, la del avión furtivo F-35 de fabricación estadounidense, que vuela en 20 países y es ampliamente considerado el avión caza más avanzado en el mercado global.
A medida que se intensifica la incertidumbre por las políticas comerciales de Trump, algunos europeos ahora debaten abiertamente el valor del F-35, producido por Lockheed Martin.
“Si necesitamos al F-35, entonces tenemos que invertir en la industria de defensa estadounidense, con lo cual entiendo que mucha gente va a tener problemas en un momento en el que estamos en guerra comercial con EU”, dijo Thibault Muzergues, un investigador con el Instituto de Asuntos Internacionales en Roma, el mes pasado.
Roberto Cingolani, el director de Leonardo, indicó, “Europa, repentinamente, se ha dado cuenta de que tenemos que cambiar”.
Mariana Morales y Marian Carrasquero contribuyeron con reportes a este artículo.
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