La tormenta tropical Fay arrojaba ayer lluvias torrenciales por quinto día consecutivo sobre el estado de Florida, donde seis personas murieron por efecto de los vientos e inundaciones, informó ayer el gobernador Charlie Crist.
Florida fue declarada en emergencia por el gobierno estadounidense ante inundaciones 'catastróficas' y poderosos vientos que recorren este estado desde el martes y han destruido gran cantidad de viviendas y campos de cultivos.
'Es una tormenta mortífera', dijo el gobernador Crist tras informar en una breve conferencia de prensa que ya suman seis los muertos en Florida a causa de la tormenta tropical.
Desplazamiento
Ayer por la tarde, el centro de la tormenta se desplazaba lentamente, a 7 km/h, por el norte de Florida hacia el noroeste y sus vientos habían disminuido a 70 km/h.
Estacionada sobre el noreste de Florida, la tormenta causó lluvias torrenciales que produjeron acumulaciones históricas de agua de 50 a 75 cm en algunos puntos del estado.
Un hombre murió al inhalar monóxido de carbono mientras probaba unos generadores de electricidad, otras tres personas murieron en accidentes en la calle cuando perdieron el control de sus autos a causa de los vientos y la lluvia, y dos más murieron ahogadas, informó la gobernación de Florida. 'Estamos esperando reunir toda la información que envían los condados para poder dar cifras de afectados y evacuados', dijo un portavoz de la gobernación. Las lluvias y vientos de tormenta tropical continuarán cayendo sobre la región al menos hasta el sábado, informó el Centro Nacional de Huracanes estadounidense, NHC.
Más de 1,500 personas fueron evacuadas hasta el jueves en 61 refugios abiertos en todo el estado.
Fay también provocó tornados que se desplazaron por siete condados del sur de Florida, con un saldo en el de Brevard de diez casas derrumbadas y otras 50 dañadas, informaron autoridades de emergencia locales.
Problemas
Unas 100 mil personas quedaron sin electricidad en la península en los últimos días por el paso del fenómeno, que no llegó a convertirse en huracán.
En los alrededores de la ciudad de Fort Pierce y de Port St. Lucie, el desborde de ríos y canales provocó que los residentes tuviesen que trasladarse en botes y lanchas tratando de salvar sus pertenencias, y subirse a lo alto de las casas y árboles, según las imágenes difundidas por noticieros locales. Rescatistas locales y federales trabajan denodadamente para dar asistencia y evacuar a miles de personas que tienen sus viviendas bajo el agua, y con el riesgo de ser invadidas por peligrosos animales que habitan la región.
Con la crecida de las aguas aumentó el peligro de que las inundaciones lleven víboras y arañas de gran tamaño que pululan en la tupida vegetación de Florida. AFP/AP