Legisladores republicanos criticaron al Gobierno Federal por presentar una demanda contra una ley de inmigración de Arizona, un nuevo indicio de que intentan crear una imagen de debilidad de los demócratas hacia el tema migratorio antes de los comicios legislativos de noviembre.
En contraste con los demócratas, que se habían mantenido relativamente al margen del tema, un gran número de republicanos afirmó el martes que el Gobierno Federal no debía entrometerse ni intentar impugnar la estricta ley migratoria del estado fronterizo.
Si entra en vigor el 29 de julio como está previsto, la ley obligará a la Policía estatal y local a interrogar y posiblemente a arrestar a inmigrantes indocumentados en el cumplimiento de sus labores cotidianas, como el control del tránsito.
“Si el Presidente desea un progreso real en este tema, podría hacerlo renunciando a la idea de la amnistía (a los indocumentados) y centrando sus acciones en la seguridad fronteriza e interior”, dijo Mitch McConnell, líder de la minoría republicana en el Senado.
John Boehner, líder republicano en la Cámara de Representantes, dijo que el Gobierno Federal en lugar de demandar a Arizona debería ayudar a ese estado y otros a “que frenen el crimen y la ilegalidad a lo largo de la frontera”.
Los funcionarios electos demócratas de alto rango se mantuvieron en silencio y dejaron la defensa de la acción del presidente Barack Obama a aliados progresistas como la Unión Americana de Libertades Civiles. Una excepción fue el senador demócrata cubano-estadounidense Bob Menéndez, quien encabeza la comisión de campaña del partido para el Senado.
Menéndez dijo que la ley “sienta un peligroso precedente que pone incluso a los ciudadanos y residentes legales en peligro de persecución sólo por su apariencia racial”.
Cancelación
La gobernadora Jan Brewer canceló la reunión anual de los gobernadores de diez estados de México y Estados Unidos programada para fin de año en Arizona.
Los seis mandatarios de los estados fronterizos de México estaban renuentes a asistir debido a que se oponen a la nueva ley de Arizona para controlar la inmigración ilegal. En una carta que les dirigió a fines del mes pasado, Brewer les dijo que no tenía otra opción más que cancelar el encuentro.
La gobernadora indicó el miércoles que está decepcionada por el boicot contra Arizona por la ley, y expresó la esperanza de que los gobernadores de Nuevo México, Texas y California apoyen su decisión.
Los gobernadores de Nuevo México y California dicen tener la intención de realizar la reunión en otro estado, con o sin la participación de Arizona.
La nueva ley de ese estado requiere que la Policía, cuando haga cumplir otras leyes, interrogue a una persona sobre su estatus de inmigración si existen sospechas de que está ilegalmente en el país.