25/04/2024
12:50 PM

Nuevos “corredores” en Ucrania para evacuar a civiles

  • 09 marzo 2022 /

Rusia ve “progresos” en las negociaciones con Ucrania, declaró la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, María Zajárova.

Kiev, Rusia.

Rusia y Ucrania acordaron este miércoles respetar un alto el fuego que permita la evacuación de civiles de varias zonas arrasadas por los bombardeos, mientras aumentan las sanciones internacionales contra Moscú, que acusó a Estados Unidos de librar “una guerra económica”.

Después de 14 días de invasión, en los que ha habido ya cientos de muertos y dos millones de exiliados, la portavoz del ministerio ruso de Exteriores, Maria Zajárova, admitió “progresos” en las negociaciones para “poner fin cuanto antes al baño de sangre insensato y a la resistencia de las fuerzas ucranianas”.

Los dos países acordaron este miércoles la apertura entre las 09H00 y las 21H00 locales (07H00-19H00 GMT) de corredores humanitarios en varias áreas de Ucrania que han sido blanco de bombardeos y fuego de artillería en las últimas jornadas, indicó la viceprimera ministra ucraniana Iryna Vereshchuk.

Estos corredores irán de Energodar hacia Zaporiyia (sur), de Izium a Lozova (este) y de Sumy a Polatava (noreste). También se abrirán rutas hacia Kiev desde las castigadas zonas situadas al noroeste de la capital como Bucha, Irpin o Gostomel.

Intentos previos de poner a refugio a la población civil atrapada por los intensos combates se vieron frustrados o perturbados por violaciones de los ceses de hostilidades pactados.

En la noche del martes, el ministerio de Defensa ruso había anunciado también corredores humanitarios en el asediado puerto de Mariúpol, en Járkov y en Chernígov, aunque no detalló hacia dónde se dirigían ni si habían sido aceptados por el lado ucraniano.

El martes, unas 5.000 personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos, ya pudieron ser evacuados en una sesentena de autobuses de Sumy, al noreste de Kiev y cerca de la frontera rusa, indicó Kyrylo Timoshenko, funcionario de la oficina presidencial ucraniana, a medios locales.

Éxodo masivo

En la noche del martes, varias ciudades sufrieron ataques rusos. En Severodonetsk, en el este, 10 personas murieron en bombardeos, según el responsable de la región administrativa de Lugansk. Y en Yítomir, al oeste de Kiev, nueve murieron por bombardeos aéreos.

En la misma capital, las sirenas de alarma se activaron cuatro veces durante la noche.

Y el éxodo de ucranianos hacia países vecinos continúa. El responsable del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, lo estimó entre “2,1 millones y 2,2 millones de personas”. “Solo Polonia recibe 150.000 por día”, afirmó.

También siguen los temores vinculados a las centrales nucleares presentes en territorio ucraniano. En la noche del martes, el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) anunció que perdió contacto con los sistemas que controlan el material nuclear en Chernóbil, origen de la catástrofe nuclear de 1986.

El regulador ucraniano aseguró este miércoles que la alimentación eléctrica de la central y sus equipos de seguridad están “totalmente” cortados debido a las acciones militares rusas.

“¡Enviénnos sus aviones!”

El presidente ruso Vladimir Putin lanzó el 24 de febrero la invasión alegando querer proteger a la población rusohablante de las regiones separatistas del este, en guerra contra Kiev desde 2014, y reclamando la desmilitarización de Ucrania y garantías de que no entrará en la OTAN.

Aunque Moscú pidió un gobierno neutral en Ucrania, ahora inclinada hacia Occidente, su portavoz diplomática, Maria Zajárova, aseguró el miércoles que su objetivo no es “la ocupación de Ucrania, la destrucción de su Estado o el derrocamiento del gobierno actual”.

La invasión ha provocado una lluvia de sanciones de los países occidentales contra Rusia y, en menor medida, su aliada Bielorrusia.

Estados Unidos prohibió el martes las importaciones de petróleo y gas rusos y la Unión Europea anunció el miércoles nuevas medidas contra el sector marítimo y las criptodivisas, la exclusión de tres bancos bielorrusos de la plataforma financiera internacional Swift y la ampliación de las tecnologías y bienes que no pueden ser exportadas a Rusia.

Esta imagen muestra un edificio de apartamentos dañado después de un bombardeo el día anterior en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania.

Países de la OTAN también han enviado material militar, pero no han accedido a decretar un cierre del espacio aéreo ucraniano o a facilitar aviones de combate a Kiev como solicita el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.

Polonia se ofreció a entregar aviones de combate a Ucrania a través de Estados Unidos, una propuesta que sorprendió a Estados Unidos, que la consideró no factible. La vicepresidenta Kamala Harris viaja este miércoles a Varsovia para abordar esta y otras cuestiones de asistencia a Ucrania.

“Tomen una decisión lo más rápido posible, ¡envíennos sus aviones!”, dijo Zelenski este miércoles. Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió que si esto se concreta crearía “un escenario muy indeseable y potencialmente peligroso”.

“Guerra económica”

También aumenta la lista de empresas multinacionales que toman medidas punitivas contra Rusia: McDonald’s y Starbucks anunciaron el cierre de sus locales, Coca-Cola, la suspensión de sus operaciones y la cervecera Heineken paralizó la producción y las ventas en ese país.

Todo este arsenal de medidas situó a Rusia al borde de la suspensión de pagos, según la agencia de calificación Fitch, que redujo la nota de su deuda alertando de una quiebra soberana “inminente”.

En otro efecto de estas sanciones, el diario ruso Kommersant advirtió de una posible escasez de medicamentos, con falta de insulina y otros productos para tratar la diabetes en las farmacias del país.

“Estados Unidos ha declarado la guerra económica a Rusia y está librando esa guerra”, denunció Peskov.

Y la situación puede aun degradarse. Siguiendo los pasos de Washington, Reino Unido indicó que de aquí a finales de año dejará de comprar crudo y productos petroleros a Rusia.

Pero para la Unión Europea (UE), es una cuestión más espinosa, con una dependencia del 30% del petróleo ruso y unos precios de hidrocarburos por las nubes desde inicios de la guerra.

La crisis energética actual es “comparable en intensidad y brutalidad con la crisis del petróleo de 1973”, dijo el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire.