Geraldine Ferraro, quien en 1984 fue la primera mujer candidata a vicepresidenta de Estados Unidos por uno de los partidos tradicionales, murió ayer. Tenía 75 años.
Amanda Fuchs Miller, amiga de la familia, que asumió funciones de vocera, dijo que Ferraro, diagnosticada con cáncer de sangre en 1998, murió en el Hospital General de Massachusetts.
Ferraro, una ignota congresista por Nueva York, se vio proyectada a los primeros planos nacionales en la convención demócrata de 1984, cuando Walter Mondale la escogió como compañera de fórmula contra el entonces presidente Ronald Reagan, quien buscaba su reelección.
Los delegados en San Francisco le brindaron una prolongada ovación cuando ella declaró, al aceptar la candidatura, que “Estados Unidos es la tierra donde los sueños pueden hacerse realidad para todos”.
El presidente Barack Obama declaró ayer que Ferraro fue una precursora política que derribó barreras para las mujeres y los estadounidenses de todos los orígenes.