La rebelión pasó ayer a la ofensiva en el este de Libia tras lograr éxitos en el oeste, pero el líder Muamar al Gadafi sigue combativo y anunció que llegó “la hora de la batalla”, cinco meses después del principio de la revuelta.
Gadafi llamó ayer a sus partidarios a marchar sobre Benghazi, el bastión de los rebeldes en el este, para liberarla de los “traidores” y acusó al presidente francés Nicolas Sarkozy de “criminal de guerra”.
“La hora de la batalla ha sonado. Prepárense para marchar sobre Benghazi y sobre Misrata (enclave 200 km al este de Trípoli) y sobre las montañas del oeste”, dijo el coronel Gadafi en un mensaje difundido por altoparlantes a sus partidarios en Al Ejelat, en el este de la capital libia.
“Este Sarkozy es un criminal de guerra que manchó la historia de la nación francesa y destruyó las relaciones de su país con Libia y los países musulmanes. Sufre de problemas mentales”, acusa Gadafi al Presidente francés en el mismo mensaje.
“Al liderar una cruzada contra el pueblo libio, (Sarkozy) arrastró a su pueblo a una guerra perdida. No es francés, es necesario que el pueblo destierre a este criminal, que no es francés”, insistió Gadafi.
Dureza
En este mensaje, el tercero desde el 1 de julio, el dirigente libio afirmó que su “pueblo es el más fuerte, pues defiende su dignidad, su honor y su tierra” y que los “cruzados” -alusión a las fuerzas de la OTAN que bombardean a las tropas leales desde marzo- serán vencidos, pues “hacen una guerra injusta”.
“Estamos aquí y nos quedaremos en esta tierra; permaneceré junto a mi pueblo hasta la última gota de mi sangre”, declaró.
Este discurso triunfalista y movilizador se produce cuando los rebeldes libios han consolidado sus posiciones en el oeste, cerca de Al Asaba, ciudad estratégica 80 kilómetros al sur de Trípoli, al tiempo de anunciar una ofensiva contra la ciudad petrolera de Brega.
Resultados
Estos avances ocurren un día antes de la celebración en Estambul de una cuarta reunión del grupo de contacto sobre Libia, en la que unos 15 ministros de Relaciones Exteriores son esperados para discutir una solución política del conflicto y coordinar la ayuda internacional a la rebelión.
Son esperados Hillary Clinton por Estados Unidos, Alain Juppé por Francia, Franco Frattini por Italia y William Hague por el Reino Unido. Rusia declinó la invitación.
En Benghazi, los insurgentes indicaron que podrían lanzar a más tardar hoy un ataque contra Brega, actualmente en manos de las fuerzas gubernamentales. Brega fue recobrada y luego perdida varias veces por las fuerzas leales al régimen. En el oeste, las fuerzas de los insurgentes volvieron a Gualich, 17 km al sur de Al-Asaba, para dar seguridad al lugar, tomado hace más de una semana por la rebelión, recuperada, y objeto el miércoles de una contraofensiva del régimen.