El arresto de Mártir García Lara, un niño hondureño de 9 años y estudiante de cuarto grado, ha generado preocupación y enojo en la comunidad de Torrance, California, Estados Unidos.
Mártir fue detenido el pasado 29 de mayo junto a su padre, Mártir García-Banegas, cuando ambos asistieron de manera voluntaria a una audiencia en la corte de inmigración.
El menor y su padre enfrentan una orden de deportación que, según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), fue emitida en 2022 y confirmada en 2023 tras un proceso de apelación sin éxito.
La noticia desató una rápida reacción en la escuela donde Mártir estudia. Al notar su ausencia, los maestros se pusieron en contacto con la Asociación de Padres y Maestros (PTA).
Jasmin King, presidenta de la organización, manifestó su preocupación por el bienestar del niño: “Es un estudiante que ahora se encuentra solo, separado de su padre y lejos de todo lo que conoce. Nos duele pensar cómo lo está pasando”.
El Distrito Escolar Unificado de Torrance expresó su solidaridad con la familia afectada, recordando que todos los estudiantes merecen un entorno seguro y acceso a la educación, independientemente de su estatus migratorio. Además, aclararon que la detención no se realizó en las instalaciones escolares ni en coordinación con las autoridades educativas.
Por su parte, representantes políticos como Ted Lieu, Maxine Waters, Alex Padilla y Adam Schiff fueron señalados como contactos a quienes las familias pueden acudir en busca de apoyo. El congresista Ted Lieu, uno de los primeros en pronunciarse, pidió explicaciones a ICE y exigió información sobre las condiciones físicas y emocionales del menor: “ICE no ha explicado las razones de su actuación ni cómo garantizan el bienestar del niño”, expresó.
ICE, en un comunicado, explicó que el menor y su padre ingresaron de manera irregular a Estados Unidos en julio de 2021 y que agotaron todas las opciones legales para permanecer en el país. Ambos fueron trasladados el 30 de mayo al Centro de Procesamiento de Inmigración de Dilley, Texas, donde esperan ser deportados a Honduras.