El petróleo que escapa de un pozo situado en el lecho del Golfo de México contienen enormes cantidades de gas metano que podrían plantear una grave amenaza para el delicado ecosistema de la zona.
El crudo que emana contiene un 40% de metano, en comparación al 5% que en general acompaña al combustible en otras explotaciones, dijo el profesor de Oceanografía John Kessler, de la Universidad Texas A&M, que estudia el impacto del metano en este caso. Grandes cantidades de metano han entrado en el golfo, según los científicos, sofocando potencialmente la flora y fauna marina y creando “zonas muertas” en las que la carencia de oxígeno impide la presencia de vida. “Se trata de la fuga de metano más grave en la historia moderna de la humanidad”, dijo Kessler.
El metano es un gas incoloro e inodoro e inflamable, el principal componente del gas natural usado en los hogares y la industria. Los ingenieros de la industria petrolera suelen quemar el exceso de gas que conlleva el crudo antes de que sea enviado a las refinerías.
Eso es lo que ha hecho BP tras la recuperación de más de 7.5 millones de galones del pozo averiado.
Un vocero de BP dijo que la empresa quema unos 30 millones de pies cúbicos de gas diarios en la boca de la fuga, lo que suma unos 450 millones de pies cúbicos desde que comenzaron las tareas de recuperación hace quince días.
Sigue la lucha
Los ingenieros de BP empezaron ayer a sacar el embudo que recupera parte del petróleo responsable de la marea negra en el Golfo de México, para sustituirlo por un modelo capaz de captar la totalidad del crudo, indicó una portavoz de las autoridades.Robots submarinos, manejados por los ingenieros de BP en la superficie, fueron desplegados en el fondo del océano para llevar a cabo la operación, explicó la portavoz Stephanie Herbert.
La víspera, la administración estadounidense había dado luz verde a la implementación a partir de este sábado de un nuevo dispositivo que, de ser exitoso, contendría a partir del lunes la totalidad de los millones de litros de petróleo que se derraman a diario en el Golfo de México. El almirante Thad Allen, supervisor de la lucha contra la marea negra, indicó en la noche del viernes que había aprobado el reemplazo del embudo, así como el despliegue de un tercer barco en la zona, el “Helix Producer”.
“Validé este plan porque la capacidad de recuperación de petróleo será mucho más alta que la que tenemos con los sistemas actuales, cuando el dispositivo esté en funcionamiento”, argumentó.El nuevo dispositivo podría dar resultados a partir del lunes, poniendo fin a una pesadilla que empezó el 20 de abril pasado, con la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon. De ser exitoso, este dispositivo permitiría al grupo británico BP recuperar 80,000 barriles (casi 13 millones de litros) de crudo por día, es decir, mucho más de lo que se vierte actualmente en el océano y llega a las costas de cinco estados (Florida, Alabama, Mississippi, Luisiana, Texas), ocasionando la peor marea negra de la historia de EUA.
Frutos marinos pueden comerse
Camarones, mero, atún y otros frutos del mar capturados en el Golfo de México pueden consumirse sin peligro, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, agencia federal a cargo del estudio.
Hasta el momento, unas 400 especies de consumo masivo han sido atrapadas y sometidas a pruebas químicas. Funcionarios señalan que hasta el momento ninguna ha mostrado niveles preocupantes de contaminantes. Cada muestra representa a múltiples peces de la misma especie.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica y la Administración de Alimentos y Medicamentos, FDA, empezaron a capturar especies en el golfo días después de la explosión de la plataforma petrolera de BP el 20 de abril, que ha generado un derrame petrolero masivo. La agencia analiza sobre todo si las muestras tienen hidrocarburo aromático policíclico o HAP, el componente más cancerígeno del crudo.