Emmanuel Macron comienza este miércoles una visita de Estado a Washington que debería sellar solemnemente la reconciliación franco-estadounidense después de una grave crisis diplomática, a pesar de turbulencias en torno al proteccionismo comercial de Estados Unidos.
El presidente francés comenzará este viaje de tres días con reuniones de trabajo: sobre temas espaciales con la vicepresidenta Kamala Harris en la sede de la NASA en presencia de los astronautas Thomas Pesquet y Sophie Adenot, sobre el medio ambiente con congresistas y sobre energía nuclear civil con miembros del sector.
Macron llegó acompañado de una delegación de 50 personas, entre las que destacan empresarios como Bernard Arnault y su hija Delphine, del grupo de lujo LVMH, que tiene entre sus firmas a Louis Vuitton o Dior, Xavier Niel (Free) y Patrick Pouyanné (Total).
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Pero también ministros, dirigentes de la llamada French Tech (empresas emergentes) que París quiere impulsar, el coreógrafo Benjamin Millepied, el novelista estadounidense Douglas Kennedy, la jefa del Louvre Laurence Des Cars e incluso Christian Louboutin, cuyos zapatos de tacón alto para mujer con suela roja causan sensación entre las estrellas de Hollywood.
El jefe de Estado también hablará con miembros de la comunidad francesa, tras una ceremonia en el cementerio nacional de Arlington.
Al final del día, Emmanuel y Brigitte Macron se reunirán con Joe y Jill Biden para una cena íntima, antes de los actos protocolarios previstos el jueves en la Casa Blanca.
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“EEUU! Un momento para celebrar la amistad entre nuestros dos países. Un momento para progresar juntos en un período de grandes desafíos”, tuiteó Macron en inglés poco después de su llegada el martes por la noche.
Al igual que su predecesor republicano Donald Trump en 2018, el presidente demócrata de 80 años eligió a su homólogo francés, de 44, para la primera visita de Estado de su mandato.
“Francia es literalmente uno de los hilos que teje nuestra nación”, dijo un portavoz del ejecutivo estadounidense, John Kirby, a los periodistas franceses, elogiando el “liderazgo”, “la experiencia” y “la sabiduría” de Macron.
Nada que ver con el ambiente de hace un año.
En septiembre de 2021, Estados Unidos anunció una nueva alianza, AUKUS, con Australia y Reino Unido, lo que enfureció a Francia, mantenida al margen en una región clave del mundo y que de paso perdía un megaacuerdo para vender submarinos a Canberra.
Desde entonces, Washington ha tomado medidas para apaciguar a su aliado.
“El nivel de cooperación, su profundidad, es bastante notoria teniendo en cuenta cómo estaban las cosas hace más o menos un año”, dijo Kirby, quien lo calificó de alianza “orientada hacia el futuro”.
- “Exenciones” -El futuro es la transición energética, la competencia frente a China, la reactivación industrial... El presidente estadounidense afronta estos desafíos con un patriotismo económico que irrita a París.
Biden se ha embarcado en un faraónico programa de gastos, la Ley de Reducción de la Inflación, bajo el lema “made in USA” (fabricado en EEUU) que prevé entre otras medidas subvenciones generosas al sector de los vehículos eléctricos.
Un tema del que hablarán seguramente durante la conversación en el Despacho Oval el jueves.
Francia considera esta ley “proteccionista” y espera obtener “exenciones” para algunas industrias europeas.
Pero la Casa Blanca no tiene la intención de anunciar exenciones de inmediato, y prefiere hablar de un plan con el que todos salgan ganando, que en última instancia también beneficiaría a la economía europea.
El Elíseo quisiera que los europeos reaccionaran adoptando un arma comercial similar, un “Buy European Act”.
Los dos dirigentes aprovecharán asimismo para expresar unidad sobre Ucrania, comprometiéndose a seguir apoyando a Kiev en todo lo que necesite. Ambos estiman que las negociaciones con Moscú solo pueden tener lugar cuando el presidente ucraniano Volodimir Zelenski lo considere apropiado.
Mientras tanto Kirby dio el visto bueno al empeño, a veces polémico, de Macron de mantener el diálogo con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
“Creemos que es algo bueno”, dijo. “Acogemos con satisfacción la capacidad del presidente Macron” para mantener “la comunicación con el presidente Putin”, aseguró el portavoz estadounidense.
