La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, expresó ayer que espera con gran tranquilidad la decisión que la Corte de La Haya anunciará mañana sobre una disputa con Nicaragua, y afirmó que gracias a su prudencia no se ha derramado sangre en este diferendo fronterizo.
“Seguiremos esperando con gran tranquilidad el fallo y estaremos pendientes de los primeros gestos que haga el gobierno de Nicaragua”, dijo Chinchilla al salir de una misa por la paz en la Catedral de San José, a la que acudieron varias autoridades.
La mandataria reiteró que respetará el fallo con independencia de cuál sea la resolución de la Corte Internacional de Justicia de la Haya, que decidirá si acepta o rechaza las medidas cautelares que Costa Rica reclamó contra Nicaragua.
Se negó a esperar el fallo junto a su homólogo Daniel Ortega.
San José acusó a Managua ante la Corte de haber ocupado militarmente su territorio y de ocasionar daños ambientales, algo que su vecino niega.
La presidenta pidió a sus compatriotas que “en las próximas horas demos muestra de esa fe profunda del pueblo costarricense en la paz.
Este es un momento solemne para ambas naciones, si bien lo más importante es la decisión del tribunal internacional de justicia, lo fundamental es retomar la relación madura” entre los dos países, agregó.
Tanto Nicaragua como Costa Rica reforzaron la vigilancia luego que estalló la disputa en octubre. San José, que carece de ejército, movilizó a policías equipados con armas de guerra.
