Los bañistas de Playa Dorada, en la Bahía de Santa Lucía, pudieron estar tranquilos si eran revolcados por el mar, pues por el sitio rondaba Berenice Márquez, la salvavidas y el único chocolatito que no se derrite con el sol.
'Yo me derrito, pero en tu boca y en tus manos', bromeó Berenice, a quien también llaman La Reina de Chocolate, hecha con cacao 100 por ciento mexicano.
A pesar de su metro con 55 centímetros de estatura, la monarca del cacao destaca que puede salvar a cualquier bañista en problemas, pues cuenta con dos poderosos flotis que le permiten mantenerse en la superficie hasta en las aguas más bravas.
'Yo rescato a cualquiera que me pida auxilio, cualquiera que grite mi nombre y ahí estaré, sólo tienen que gritarlo desde dentro de su ser y ahí voy a estar', comentó Berenice.
La dulce aceptó que no siempre resulta placentero andar rescatando a cualquiera, por lo que se puso a describir al náufrago ideal, el cuál debe ser interesante y realmente necesitar ayuda.
'Yo sí quiero un náufrago que se deje rescatar, que se deje mimar, dar respiración de boca a boca porque aparte, soy muy buena para ello, no es que sólo haga eso, tengo otras monerías que pueden descubrir', sentenció.
Pero no todas son buenas noticias en la costa, pues cuando Bere se pasea por la playa y los bañistas que se encuentran en el mar la ven, experimentan un engarrotamiento que les impide nadar correctamente.
Pronto todo mundo se alerta, pues bien es sabido que cuando uno se muere, tiende a ponerse tieso, y en los ahogados pasa el fenómeno de que se mueren por partes.
'No, no se preocupen, aunque hayan tragado mucha agua, yo con mis piernas potentes nado muy rápido y con mis labios carnosos les puedo hacer respiración y sacarles toda.. el agua', aseguró la digna representante de los Baywatch de Acapulco.
ASÍ LO DIJO
'Ya no hay muchos a quién rescatar, pero de todos modos seguimos pendientes'.
Berenice, edecán.
