18/04/2024
02:06 PM

Estudiantes hondureños ya tienen 'sueño americano'

Los jóvenes lograron incribirse en la de Ley de Acción Diferida.

Miami, Estados Unidos.

Kellyn y Dennis Fúnez son dos jóvenes hondureños encaminados a cumplir el 'sueño americano': gracias a la Ley de Acción Diferida obtuvieron un permiso de trabajo con el cual podrán permanecer legalmente en Estados Unidos.

Pero este llamado sueño americano sigue siendo una pesadilla para miles de jóvenes estudiantes indocumentados en Estados Unidos; algunos de estos, llamados 'dreamers', no se han apegado a la Ley de Acción Diferida por la falta de recursos económicos.

Gracias a la organización Unidad Hondureña Independiente, los hermanos Fúnez lograron reunir el dinero requerido para enviar las aplicaciones y obtener su estatus en el país. Alma Aguilera, presidenta de esta institución, dijo: 'No es fácil para muchos jóvenes y familias pagar las aplicaciones. Fuimos con los hermanos Fúnez a pedir donaciones y la gente de buen corazón se acercó y los apoyó, familiares y amigos también contribuyeron ante algunos incrédulos de la situación y al final se logró recaudar lo necesitado'.

Kellyn Fúnez (16), estudiante de secundaria, expresó: 'Cuando me llegó el permiso de trabajo, me sentí contenta porque no iba a estar ilegal. Llamé a mi tía y a mi prima y se lo enseñé a toda la familia. Me llegó antes que a Dennis, mi hermano, y dos semanas después obtuvo el de él.

Mi sueño es ser doctora o investigadora criminal, si Dios me lo permite. Mi hermano quiere ser músico. Esta vez fue difícil conseguir el dinero para acoplarnos a la Ley de Acción Diferida. Nos tardamos mucho tiempo en recaudarlo. Mi familia es muy humilde y la situación económica en la casa está también un poco mal, mi papá renovó el permiso de trabajo y aún no le llega y a mi mamá aún no le dan un estatus'.

Milagros Fúnez, madre de los 'dreamers', explicó que lo que más quisiera es quedarse en el país, 'quiero que mis hijos estudien y sigan adelante. Ahora necesitamos una licencia de conducir porque tengo un niño que necesita recibir terapias. Tenemos fe en Dios de que todo saldrá bien. Agradecemos a todos los que nos apoyaron'.

Milagros llegó a este país hace más de cinco años. Tiene cinco hijos, los dos adolescentes y tres niños pequeños. Ella y su esposo siguen luchando por mantenerse legales en este país. Tenían orden de deportación, pero por medio de la organización hondureña obtuvieron un permiso de un año. En 2014 les tocará enfrentarse a la corte para que un juez decida su destino.