La revista estadounidense Forbes nombró ayer al narcotraficante Joaquín 'El Chapo' Guzmán en el puesto 41 de su lista de las 67 personas más poderosas del mundo, por encima de los presidentes de Rusia, Francia y Venezuela.
El mexicano Guzmán, que presuntamente se esconde en las montañas del norte de México, aparece bajo la profesión de 'traficante de drogas' en la lista que la revista publicó en su sitio en internet.
Difundida por primera vez, la lista de 'Las personas más poderosas del mundo' es encabezada por Barack Obama, Hu Jintao, Vladimir Putin, Ben Bernanke y, ocupando conjuntamente el quinto lugar, los empresarios Sergey Brin y Larry Page. El listado está integrado por 67 personalidades.
'El objetivo de compilar esta lista es exponer el poder, no glorificarlo, y comprobar con el tiempo que así como es fácil perder influencia, es difícil ganarla', explicó la publicación en su página de Internet.
Los criterios para definir a los seleccionados fueron cuatro: el número de personas a las que influyen, la capacidad para proyectar poder más allá de su esfera inmediata, el control o acceso a recursos, y qué tan activamente ejercen ese poder. Anteriormente, Guzmán apareció entre los hombres más ricos del mundo, en el puesto 701, con una fortuna de mil millones de dólares.
Los funcionarios mexicanos rechazaron la decisión de Forbes de incluir en marzo a Guzmán en su lista de los multimillonarios del mundo, bajo el argumento de que era un error compararlo con empresarios legítimos. Forbes estimó la fortuna de Guzmán en ese entonces en unos $1,000 millones.
Banda poderosa
La presidencia de México dijo el miércoles que no haría declaraciones en lo inmediato sobre la nueva lista. Algunos mexicanos no parecieron sorprendidos por la decisión de Forbes.
Guzmán tiene la reputación de dirigir una de las bandas más poderosas del narcotráfico en México y es considerado uno de los fugitivos más buscados en México. El gobierno ha ofrecido una recompensa de 30 millones de pesos ($2.3 millones) por información que lleve a su captura.
Con su número 41, Guzmán aparece encima de los presidentes Dimitri Medvedev de Rusia, Nicolas Sarkozy de Francia y Hugo Chávez de Venezuela.
Cómo cabecilla del cartel de Sinaloa, Guzmán tiene al parecer a su mando legiones de sicarios. La violencia relacionada con la guerra a las drogas en México ha costado más de 13,800 vidas desde finales del 2006, cuando el presidente Felipe Calderón lanzó una amplia ofensiva contra los carteles.
El gobierno de Calderón insiste en que la violencia es una señal, no de la fuerza de los carteles sino de la desesperación y desorganización causadas por las operaciones del gobierno, aunque según datos oficiales el consumo de drogas aumentó en los últimos años.
Calderón molesto
En marzo, Calderón recriminó el enaltecimiento de los capos de la droga. Sin mencionar a Forbes, dijo que hay revistas que están 'no sólo atacando y mintiendo sobre la situación en México, sino que están hasta exaltando a criminales'.
En la lista hay también motivos de satisfacción para los mexicanos. El magnate mexicano de las telecomunicaciones, Carlos Slim Helú, descrito por Forbes como el tercer hombre más rico del mundo, fue ubicado en el sexto lugar de la lista de los más poderosos, sólo cinco escalones abajo del número uno, el presidente estadounidense Barack Obama.
Forbes estimó que la fortuna de Slim Helú era 'equivalente a casi el 2%' del producto interno bruto de México. A principios de agosto se conoció el 'Triángulo dorado', en la sierra de Durango, zona elegida por el cártel de Sinaloa para construir su 'narcoparaíso', con todos los servicios habidos y por haber: cómodas recámaras, lavandería, enfermería, internet de alta velocidad, diversión con modelos por catálogo y, además, un narcolaboratorio, que era la principal razón de ser de este lugar, según publicó el periódico El Universal.
En esta fortaleza, ubicada a más de dos mil metros sobre el nivel del mar, en una zona inhóspita, familias enteras eran ocupadas por el narcotráfico para llevar a cabo sus fechorías.
En el 'narcopueblo' algunos servían de químicos, otros de carpinteros, fontaneros, albañiles, cocineras y, muchos, de sicarios con acceso a películas piratas, televisión por cable y otros servicios 'premiun', a cambio de producir toneladas de 'Ice' o 'Cristal', una costosa droga sintética.
El megalaboratorio para procesar la droga ocupaba 240 hectáreas de terreno, y al mismo sólo era posible llegar en helicóptero, para después tomar cuatrimotos, esto por lo accidentado del terreno.
Allí se producían diariamente más de 100 kilos de drogas sintéticas, ordenadas y patrocinadas por la organización de Joaquín 'El Chapo' Guzmán e Ismael El Mayo Zambada. Cada kilo les dejaba una ganancia de alrededor $115 mil.
Según el diario mexicano, en la amurallada ciudad se producía además de cristal, éxtasis y varias drogas sintéticas para surtir los mercados de Estados Unidos, Europa y Asia.
Este 'narcoparaíso' funcionó así durante un año hasta que fue descubierto por integrantes del ejército mexicano.
La narcomansión
Según fuentes del ejército mexicano, para recorrer el complejo se necesitan de por lo menos seis horas, además de transportarse en vehículo. Tiene 22 instalaciones diversas con el equipo y la tecnología más modernas, así mismo se pueden observar amplias cabañas equipadas con plantas de luz y televisión satelital.
El megalaboratorio tiene cinco áreas de trabajo, zonas de hospedaje, cascada artificial, aeropista, tres plantas de luz, sistema de drenaje y agua potable.
Sus operarios y ocupantes tenían catálogos de prostitutas con tarifas de hasta $22 mil, y también disponían de 10 antenas de Sky, tres de red satelital, 18 vehículos, entre camionetas y cruatrimotos, y dos retroexcavadoras (una, de las llamadas mano de chango).
La habitación principal contaba con su propio horno de pan, cama king size, caminadora, escaladora y bicicleta fija. En el interior también había un cuadro con el retrato de un general del ejército mexicano, además de un telescopio, hamaca, ventiladores y hasta una crema de caviar para la limpieza de la piel, según El Universal.
A pesar del sorpresivo descubrimiento, las autoridades no capturaron a ninguna persona.