México.
Las más de 4,000 mujeres de numerosos países que se reunieron el viernes 27 y sábado 28 de diciembre de 2019 en las montañas del sureste de México en el segundo encuentro internacional organizado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) llamaron a la unidad para fortalecer su lucha de género.
En el llamado Semillero “Huellas del Caminar de la Comandanta Ramona” del Caracol Tzots Choj (Torbellino en lengua maya), las mujeres afirmaron que deben luchar contra la opresión de la sociedad.
“Como mujeres ya debemos levantarnos porque si podemos lo vamos hacer con la fuerza de todas las compañeras, vamos a poder”, dijo Gloria, una militante zapatista al expresare sobre el congreso feminista y zapatista en México.
“Las mujeres tenemos muchos derechos, desde hace 500 años estamos humilladas bajo el talón de los patrones”, añadió.
Este tipo de encuentros “deben ser constantes ya sean indígenas, vivan en zonas rurales o urbanas ya que los males a los que se enfrentan siempre son los mismos”, manifestó.
“La organización de este encuentro ha transformado la vida de cada una de las zapatistas”, afirmó Yenni, coordinadora zapatista quien estaba al pendiente de que todas las visitantes llegaran en buen estado.
“En este caso como mujer indígena, la verdad como zapatista ya no la sufrimos como las mujeres en la ciudad porque realmente nos hemos venido organizando durante más de 25 años, en nuestra autonomía y más o menos ahí vamos, claro hay errores como todo, pero somos sinceras al decirles ahí estamos”, explicó.
San Cristóbal de las Casas, Chiapas
El EZLN hizo pública su presencia el 1 de enero de 1994 al tomar por las armas varios poblados del estado suroriental de Chiapas en el inicio de un conflicto que se alargó 10 días hasta que el Gobierno mexicano declaró un alto al fuego unilateral. Posteriormente, el Gobierno y el EZLN sostuvieron un diálogo en la Catedral de San Cristóbal de las Casas y pusieron en marcha un proceso de paz que concluyó con los acuerdos de San Andrés en 1996, cuyo incumplimiento llevó a la ruptura del diálogo. |
En el encuentro se fortaleció el lazo entre las mujeres indígenas, rurales y urbanas y de algunos países, entre ellos del primer mundo, con un diálogo que ayuda a la reconstrucción en conjunto, apuntó una de las coordinadoras y zapatistas tzeltal, quien viajó más de 8 horas desde el municipio de La Realidad, Chiapas, para estar presente en el encuentro. Dijo a las mujeres que la rodeaban que muchas llegaron para “compartir su dolor, su rabia y su coraje”.
Durante las mesas de trabajo se escucharon diversas denuncias de mujeres de diferentes partes del mundo sobre todo de abusos sexuales, despojo territorial, violencia obstétrica, mujeres en situación de cárcel y sobre todo de feminicidios.
Este tipo de problemas el Gobierno mexicano no los ha resuelto o están a punto de ser archivados, como es el caso de Aideé Mendoza, alumna de educación media superior, quien murió tras recibir un balazo en el plantel donde estudiaba.
Sus familiares, en voz de Gilberta Mendoza Salazar, solicitaron a las mujeres de todo el mundo su ayuda.
“La importancia es para estar presentes, alzar la voz para que las mujeres que hoy nos acompañan en este encuentro, las mujeres de todos los países nos apoyen a difundir sobre este caso”, añadió.
Fue un encuentro donde las emociones salieron a flote, las consignas de “no es tu culpa”, “no estás sola”, “somos vida para siempre” cerraban los círculos de sanación al exponer cada uno el caso personal o grupal, según el caso.
Por su parte, las feministas latinoamericanas señalaron que los movimientos rurales y urbanos tiene que hacer el esfuerzo de reencontrarse en ciertos puntos, como acudir al llamado de las hermanas zapatistas.
“Porque estos son los espacios donde se encuentra el diálogo; la reconstrucción conjunta se tiene que dar sin imposiciones, cada quien trayendo lo que tiene para dar”, añadió.
“Actualmente Latinoamérica es un hervidero y tenemos muchos ejemplos de compañeras resistiendo en Chile, Colombia, México y como que necesitamos inspirarnos de todas esa resistencias que se están dando y de manera muy dura pero muy valiente”, contó Flor.
En la primera jornada, más de 4,000 mujeres de muchos países se reunieron en las montañas del sureste mexicano en el segundo encuentro internacional de mujeres luchando organizado por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
A la reunión llegaron mujeres argentinas, españolas, alemanas, estadounidenses, venezolanas, peruanas, mexicanas o italianas.
Las mujeres zapatistas enviaron un saludo a todas las que no pudieron estar presentes y a las que han caído en desgracia por terceros.
Durante este encuentro los diferentes colectivo manifestaron su alegría por compartir el espacio con las compañeras zapatistas; realizaron cantos, bailes, trueques de objeto y compartido su sabiduría curativas.
No a megaproyectos de AMLO
El EZLN advirtió que defenderá a la “Madre Tierra” en el sureste de México, de los megaproyectos de infraestructura que busca concretar en los próximos años el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la medianoche del 31 de diciembre y primeros minutos del 1 de enero, momento en el que se cumplieron 26 años de la aparición del Ejército Zapatista en el estado de Chiapas, el subcomandante Moisés hizo un llamado a sus bases para defender su tierra “hasta morir si es preciso”.
Desde que fueron hechas públicas las construcciones del Tren Maya, que pasará por los estados de Quintana Roo, Campeche, Yucatán, Tabasco y Chiapas, y el Corredor Transístmico, que unirá los océanos Pacífico y Atlántico, el EZLN mostró su rechazo a las obras.
Por medio de una carta, Moisés llamó al Congreso Nacional Indígena (CNI), colectivos, organizaciones de la sexta internacional y redes de resistencia y rebeldía a la movilización, “cada quien en su geografía, calendario y modos”.
Recordó que el 1 de diciembre de 2018, “el capataz (López Obrador) que ahora manda en el lugar que se llama México, hizo una simulación de que pidió permiso a la Madre Tierra para destruirla (...) así cree que la Madre Tierra le da permiso para matarla y hacer un tren que debería llamarse como su familia del capataz”.
Dijo que el sistema capitalista es “una bestia que no tiene llenadero” y no le importa destruir la naturaleza, pueblos enteros, culturas milenarias, civilizaciones completas, incluso el planeta entero y busca otros nombres para esconderse y atacar.
“Uno de esos nombres detrás de los que se esconde la muerte es ‘megaproyecto’, que quiere decir destruir todo un territorio. Todo, el aire, el agua, la tierra y las personas”, apuntó Moisés.
“Solo quien es un imbécil puede decir que son buenos los megaproyectos” y expresó que el “capataz” que gobierna México retó a todos los pueblos originarios ya que “no le importa lo que pensamos y sentimos y que, dijo, ‘les guste o no les guste’ a los indígenas, él va hacer lo que le ordenó su patrón, o sea el gran capital”.
Además, el dirigente zapatista criticó al Gobierno de López Obrador y lo acuso de que hace unas semanas hizo otra simulación de una supuesta consulta, sobre la construcción del Tren Maya, donde “solo informó que hay muchas cosas buenas de los megaproyectos, pero no dijo nada de todas las desgracias que trae para le gente y la naturaleza”.
Subcomandante Marcos cambia nombre
El 2 de mayo de 2014 un grupo armado de campesinos atacaron la comunidad chiapaneca de La Realidad, uno de los bastiones zapatistas. Durante el enfrentamiento falleció el maestro José Solís López, quien daba clases en La Libertad, una de las escuelas dentro del territorio del EZLN. Dentro del movimiento Solís López era conocido como “Galeano” y era considerado parte del relevo generacional de los líderes del EZLN y uno de sus principales activistas.
Este asesinato marcó a Marcos, quien decidió “matar al personaje de Marcos” (con el que se desempeño por 20 años como jefe militar y vocero del movimiento) para mantener vivo el legado de Solís López. En una conferencia de prensa informó su nueva identidad: Subcomandante Insurgente Galeano.
Actualmente, Galeano tiene un bajo perfil. Los comunicados zapatistas ahora son firmados por su discípulo, el subcomandante Moisés, que ahora funge como nuevo vocero del EZLN.