El presidente Barack Obama culpó el sábado a una filial de al-Qaida del ataque del Día de Navidad protagonizado por un nigeriano en el aeropuerto de Detroit y que dio pie a revisar la coordinación entre los diversos organismos de seguridad.
El presidente insistió además que Estados Unidos continuará colaborando con países amigos — entre ellos Yemen — para combatir el terrorismo y extremismo en todo el mundo.
El mandatario describió la ruta seguida en Yemen por Umar Farouk Abdulmutallab, de 23 años, acusado de intentar incendiar el vuelo 253 de Northwest Airlines.
El equipo de Seguridad Interna de Obama ha intentado averiguar cómo pudo Abdulmutallab abordar el avión y los fallos de seguridad figuran en un informe preliminar entregado al presidente.
Un funcionario gubernamental dijo que Estados Unidos está seguro que hubo una relación entre Abdulmutallab y la filial de al-Qaida.
'Hemos sabido más cosas del sospechoso', dijo Obama en su alocución radial semanal, difundida el sábado por la Casa Blanca, ya que el mandatario continúa de vacaciones en Hawai.
'Sabemos que viajó a Yemen, un país que lucha con una pobreza aplastante y mortíferos insurgentes. Al parecer se unió a una filial de al-Qaida y que este grupo — al-Qaida en la Península Arábiga — le entrenó, le suministró los explosivos y le ordenó atacar el avión que se dirigía a Estados Unidos', según el presidente.
Las autoridades reconocieron que el padre de Abdulmutallab advirtió a la embajada estadounidense en Nigeria que su hijo se había pasado al extremismo en Yemen.
Empero, la advertencia de Abdulmutallab recibió sólo atención parcial por parte de los organismos estadounidenses de seguridad, que no examinaron su visado, el cual le permitía viajar a Estados Unidos.
Obama ha ordenado una revisión a fondo de las fallas que permitieron el fallido atentado, que fracasó al parecer debido a motivos técnicos con la mezcla explosiva y el detonador.