Restos fósiles hallados en Argentina corresponden a un dinosaurio omnívoro que vivió hace 228 millones de años, al que se considera el ancestro más antiguo de los herbívoros gigantes y un eslabón perdido con los carnívoros.
'Se trata de un omnívoro, es decir que comía de todo, que es un eslabón perdido entre los dinosaurios carnívoros y los herbívoros gigantes de cuatro patas', afirmó óscar Alcober, director del Museo de Ciencias Naturales de la provincia de San Juan, 1,200 km al oeste de Buenos Aires.
Alcober dijo que 'ésta es una pieza muy importante en el rompecabezas sobre el origen de los dinosaurios'.
Expertos
El científico formó parte de la expedición que hace tres años halló los restos en el Parque Ischigualasto-Valle de la Luna, al norte de la capital sanjuanina y al noroeste del país, donde se realizaron las investigaciones para determinar su naturaleza.
La noticia fue difundida por Alcober y Ricardo Martínez, jefe del área paleontológica del museo, otro miembro de aquella expedición, en simultáneo con su publicación en la revista científica en línea estadounidense Plos One. 'Elegimos difundirlo así para contar con el aval de la comunidad científica. Y elegimos la revista Plos One porque es un medio ‘on line’, lo que favorece la democratización de las ciencias', contó Alcober.
Argentina atrajo la mirada del mundo científico al convertirse en un 'Parque Jurásico' a finales de los años 80, cuando fueron descubiertos en la provincia de Neuquén fósiles del Argentinosaurus Huinculensis, el herbívoro más voluminoso que se conoce, de 40 metros de largo.
Hallazgos
En 1993 fueron encontrados los restos del Giganotosaurus carolinii, el dinosauri o carnívoro más grande del mundo, entre decenas de hallazgos en yacimientos que aún están bajo exploración.
El eslabón perdido fue bautizado Panphagia protos y se trata del nexo primitivo entre los bípedos carnívoros y los gigantes herbívoros de cuatro patas, denominados saurópodos, que vivieron en los períodos jurásico y cretásico de la era mesozoica.
A diferencia de sus sucesores, el Panphagia protos tenía 1.5 metros de extensión y 30 centímetros de alto, y era omnívoro, con una dentadura adaptada para alimentarse tanto de carne como de vegetales. AFP