El telescopio espacial James Webb, que según los astrónomos podría traer una nueva era de descubrimientos, se lanzará el 18 de diciembre, informó el miércoles la NASA.
El aparato, de 10.000 millones de dólares, es un proyecto conjunto de la NASA, la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Canadiense, y despegará en un cohete Ariane 5 desde el puerto espacial de la Guayana Francesa.
Actualmente se encuentra en las instalaciones del contratista Northrop Grumman en Redondo Beach, California, donde está a la espera de ser enviado.
“Webb es una misión ejemplar que significa el epítome de la perseverancia”, dijo el director del programa de la NASA para el telescopio, Gregory Robinson, en un comunicado.
“Nos sentimos muy honrados de poner en órbita el telescopio espacial James Webb de la NASA con Ariane, una primicia para Arianespace y el equipo espacial europeo”, añadió Stephane Israel, director general de Arianespace.
Los investigadores quieren utilizar el telescopio espacial, el mayor y más potente jamás construido, para mirar atrás en el tiempo, más de 13.500 millones de años, y observar las primeras estrellas y galaxias que se formaron, unos cientos de millones de años después del Big Bang.
Una característica clave es su capacidad para detectar el infrarrojo, ya que cuando la luz de los primeros objetos llega a nuestros telescopios, se ha desplazado hacia el extremo rojo del espectro electromagnético como resultado de la expansión del universo.
El principal telescopio espacial actual, Hubble, tiene una capacidad limitada en el infrarrojo.
Los astrónomos también esperan que el telescopio espacial James Webb impulse el descubrimiento de mundos extraterrestres.
Los primeros planetas que orbitan alrededor de otras estrellas se detectaron en la década de 1990 y ahora hay más de 4.000 exoplanetas confirmados.