De los más de 85 migrantes heridos contabilizados hasta ahora por las autoridades mexicanas producto del accidente vial ocurrido ayer jueves en el sur de México, sólo hay un ciudadano de nacionalidad hondureña.
La colisión ocurrió a 200 metros de un retén policial, entre la ciudad de Chiapa de Corzo y la capital Tuxtla Gutiérrez.
La información fue confirmada vía comunicación con LA PRENSA por parte de Raúl Matamoros, ministro hondureño de Asuntos Consulares y Migratorios en la Ciudad de México. El funcionario aseguró al rotativo que hasta ahora (en horas del mediodía de este viernes) no hay hondureños muertos, de los 54 registrados, como resultado de esta tragedia, donde la mayoría de víctimas mortales son de origen guatemalteco.
Se trata del hondureño Eliezar Méndez del Cid (17), quien presenta un trauma encefalocraneano, está inconsciente, pero estable en el hospital Gilberto Gómez Maza, situado en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
“De momento no nos hemos comunicado con los familiares, esperamos que ellos pronto puedan ubicarnos. Sí estamos en contacto con las autoridades del hospital para conocer la evolución que vaya teniendo el ciudadano hondureño”, comentó Matamoros.
“No hay hondureños muertos de los contabilizados hasta ahora, de los que sí se sabe, además de los heridos, son personas de nacionalidades dominicana, guatemalteca, salvadoreña, ecuatoriana y mexicana”, ejemplificó.
“Este caso ya fue tomado por la Fiscalía General de la República debido a su magnitud y por tratarse de tráfico de migrantes. Los ´coyotes´ sobrecargan estos camiones y van a alta velocidad para evitar retenes y controles policiales, sumado al hacinamiento que provocan”, precisó el funcionario consular.
Matamoros apuntó que los nombres de los fallecidos y heridos demorará porque muchos de ellos no portan su identificación.
“Desde anoche nuestro cónsul está en contacto con el fiscal de Derechos Humanos de Chiapas y la Fiscalía General de la República. Estamos enterados que hay permisos especiales para que los sobrevivientes puedan permanecer en México, facilidades para procesos de repatriación de los cuerpos e incluso permisos para aquellos familiares que quisiesen venir a México e identificar a sus seres queridos”, especificó el funcionario hondureño.
Más temprano, a través de una conferencia de prensa, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador señaló que la mayoría de los fallecidos son de Guatemala.
Se informó que en el tráiler siniestrado viajaban unas 160 personas y que el conductor se dio a la fuga. La empresa dueña del vehículo está domiciliada en México.
Ssegún las primeras investigaciones de las autoridades mexicanas, los migrantes habían ingresado hace varios días por la frontera con Guatemala y se hallaban en casas bajo custodia de traficantes de personas.
Cubiertos con sábanas blancas, los cadáveres fueron acomodados en hilera sobre la vía, en medio de una intensa movilización de paramédicos, autoridades y vecinos del lugar como Sabina López, observó la agencias de noticias AFP.
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La tragedia ocurrió tres días después de que se reactivara, por orden judicial, un criticado programa de Estados Unidos que obliga a los migrantes a esperar en México la respuesta a sus solicitudes de asilo.
“Se requieren alternativas migratorias y vías legales para evitar tragedias como ésta”, señaló en Twitter la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
El traslado de migrantes en camiones es uno de los métodos más habituales con el que traficantes de personas los internan en territorio mexicano, con el objetivo de llegar hasta la frontera norte e intentar cruzar hacia Estados Unidos.
Según esos testimonios, los migrantes pasan horas encerrados en cabinas sin ventilación y evitando tomar agua para no tener que orinar, sin que los choferes atiendan sus ruegos para detenerse y no morir asfixiados. Algunos perecen en el trayecto.
Huyendo de la pobreza y la violencia en sus países, otros han preferido formar parte de caravanas que realizan buena parte del extenso recorrido a pie, sometidos a climas extremos y a la amenaza del crimen organizado.
El accidente coincidió con el inicio de la Cumbre por la Democracia del presidente estadounidense Joe Biden, quien excluyó de la cita a Venezuela, Nicaragua, Cuba, El Salvador, Honduras, Guatemala y Haití, origen de la mayor parte de la migración indocumentada latinoamericana.
En su camino a Estados Unidos, los migrantes son además víctimas de abusos de autoridades mexicanas, según oenegés, y de accidentes como el de ayer jueves.
Antecedentes:
El pasado 9 de noviembre, 12 migrantes, incluidos varios centroamericanos, fallecieron en Chiapas en un siniestro que involucró dos camionetas que quedaron calcinadas.
En octubre, tres hondureños murieron y 23 más resultaron heridos al volcarse el vehículo en el que viajaban en el estado de Veracruz (este).
También en esa región, cuatro cubanos perdieron la vida en un accidente vial en septiembre.
En otro caso que causó conmoción, el 22 de enero, 16 guatemaltecos y tres mexicanos fueron hallados carbonizados en un vehículo que presentaba 113 impactos de bala en el estado de Tamaulipas (fronterizo con Estados Unidos). Por ese hecho fueron detenidos 12 policías de élite del Estado.
También en Tamaulipas, otros 72 migrantes, en su mayoría centroamericanos, fueron asesinados en agosto de 2010 por presuntos pistoleros de la banda narcotraficante Los Zetas.
El flujo de indocumentados se multiplicó tras la llegada al poder de Biden, quien prometió analizar sus casos.
Más de 190,000 migrantes han sido detectados por autoridades mexicanas entre enero y septiembre, el triple que en 2020. Unos 74,300 han sido deportados, según cifras oficiales.