Robots submarinos se movían ayer alrededor del pozo siniestrado de BP en una esforzada coreografía para colocar un embudo que por fin detenga el derrame de crudo en el Golfo de México.
El video de la operación mostraba vistazos de equipo color amarillo y brazos de robot en movimiento. Directivos de British Petroleum dijeron que la nueva campana, de 5.5 metros (18 pies) de alto y 68,000 kilos (150,000 libras) de peso, debería quedar instalada ayer; pero tendrán que probar y supervisar el equipo durante dos días para ver si puede resistir la presión del peor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos.
Ayer en la tarde, la nueva campana, conocida como “Sombrero de Copa 10”, se encontraba a 12 metros (40 pies) del lugar adonde se supone debe quedar conectada con el pozo.
Supervisión
Desde las marinas en las costas del Golfo de México hasta la Casa Blanca, todos los ojos estaban puestos en el lento proceso que se realizaba a 1.6 kilómetros (una milla) de profundidad. El presidente Barack Obama recibe reportes continuos sobre el avance, dijo su asesor David Axelrod. Sin embargo, los residentes de la costa se mostraron escépticos y saben que, incluso si se logra contener la fuga, el desastre está lejos de terminar.
“Creo que vamos a seguir viendo petróleo en el Golfo por uno o dos años todavía”, dijo Billy Nungesser, presidente del distrito de Plaquemines, en Luisiana. “Si me dijeras hoy que ya no hay fuga de petróleo, aún tenemos una enorme labor de limpieza por delante”.