Fueron compañeras de fórmula presidencial y por los avatares de la vida también compartieron seis duros años de cautiverio en la selva en manos de las FARC, pero Ingrid Betancourt y Clara Rojas están más enfrentadas que nunca, ésta vez por el libro de memorias que editó la franco-colombiana.
En un nuevo enfrentamiento, Rojas, ex candidata a vicepresidenta, acusó de “infame” a Betancourt a raíz de las memorias que incluyó en su libro, “Incluso el silencio termina”.
“Yo me siento traicionada. Lo que ella escribe en su libro es una total infamia. ¿Cómo puede una persona ser tan dañina?”, expresó indignada Rojas. Al parecer, tras la publicación del libro, que ya salió hoy a la venta, Betancourt le envió un mail a su ex compañera para disculparse por algún motivo por las declaraciones volcadas en él, algo insuficiente para la ex rehén de las FARC.
El hijo de Clara
Tras su liberación en julio de 2008, Betancourt fue el centro de más de una polémica por acusaciones de sus ex compañeros de cautiverio, lo que dio origen hasta a sátiras contra ella.
Pero Rojas no se tomó con nada de gracia su visión sobre los años de cautiverio de ambas, durante los cuales ella fue madre de un niño, Emmanuel, que hoy tiene seis años.
“Este episodio, como todos con Ingrid, me duelen mucho. Cuando vi lo que escribió sobre mí, me sorprendí. Me desveló y en la madrugada me levanté a repasar el capítulo de mi libro, lo que yo escribí sobre ella. Y vi que me refería a ella con tal respeto que no entiendo dónde nace lo que ella escribe sobre mí”, comentó la ex candidata a vicepresidente.
“Yo no pedí permiso a nadie. Yo concebí un hijo con un muchacho de la guardia. Un muchacho que era amable conmigo y con ella”, recordó Rojas, hilando su propia historia. “Muchas veces yo vi a ese muchacho conversando con ella, solitos, y no pasó nada, pero cuando él hablaba a solas conmigo ella se molestaba mucho.
“Yo no tengo resentimiento contra Ingrid. Es más, me gustaría tenerla de frente para preguntarle por qué se empeña en decir todo lo que está diciendo sobre mí”, señaló la ex rehén. “Cuando me liberaron tomé la decisión de proteger mi privacidad, y mi familia y mis compatriotas lo entendieron y lo han respetado hasta el momento.
“No sé con qué derecho viene ahora Ingrid a tratar de violarme ese derecho. Y lo que es peor, con mentiras”, remató.
