El huracán Francine se aproxima este miércoles a la costa de Luisiana (EEUU) con vientos máximos sostenidos de 155 kilómetros por hora, es decir como un huracán de categoría 2 en la escala Saffir-Simpson, y amenaza con una “peligrosa” marejada ciclónica a una franja costera del sur de Estados Unidos.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés), a media tarde hoy el que es el cuarto huracán de la actual temporada atlántica se encontraba a 65 kilómetros al sursuroeste de Morgan City (Luisiana) y a 160 kilómetros al oeste-suroeste de Nueva Orleans, de acuerdo con su último boletín.
El huracán Francine también amenaza el área metropolitana de Nueva Orleans, donde se realizaron evacuaciones y varios refugios ya se encuentran llenos.
Los inmigrantes hondureños que se encuentren en zonas de riesgo pueden acceder a los refugios habilitados por las autoridades locales para resguardarse del ciclón.
El consulado de Honduras en Nueva Orleans anunció que permanecerá cerrado este miércoles por el ciclón y pidió a los connacionales que necesiten asistencia con evacuaciones “enviar un mensaje con el texto “ESP” al 77295 o llamar al 911 en caso de emergencia”.
El centro de recreación Rosenwald en Broad Street fue habilitado como refugio en la ciudad de Nueva Orleans.
En St. John Parish, los residentes de este condado que necesiten albergue pueden acudir a la escuela preparatoria East St. John en 200 Ory Dr. en LaPlace.
En el condado de Terrebonne Parish, el auditorio municipal está abierto para quienes necesiten refugio.
Puede consultar otros albergues en las costas de Luisiana en este enlace.
Hay alertas de huracán para la costa de Luisiana desde Vermilion-Cameron Line hacia el este de Grand Isle; igualmente para los lagos Maurepas y lago Pontchartrain, incluida la zona metropolitana de Nueva Orleans.
El NHC detalló que los vientos con fuerza de tormenta tropical y las fuertes lluvias se están extendiendo tierra adentro a través del sur de Luisiana, y las condiciones seguirán deteriorándose durante las próximas horas.
Igualmente los vientos con fuerza de huracán se ubican ya justo en la costa.
El NHC hizo un llamado a “permanecer en el interior y lejos de las ventanas”.
La tormenta, que se formó tras unas semanas de calma en la cuenca atlántica, se mueve hacia el noreste a 27 kilómetros por hora (17 millas).
El anterior sistema ciclónico fue Ernesto, que llegó a ser un huracán de categoría 2 y causó graves inundaciones y apagones en Puerto Rico, lo mismo que estragos en las Islas Bermudas.
Ya son cuatro los huracanes que se han formado en lo que va de temporada atlántica -que comenzó el pasado 1 de junio y termina el 30 de noviembre- junto con Beryl, Debby y Ernesto.
Beryl alcanzó rápidamente la mayor categoría, la 5, causando destrucción y muerte en el Caribe y Estados Unidos.
Se prevé que esta temporada de huracanes en el Atlántico sea una de las más activas e intensas en décadas, con la formación de hasta 25 tormentas y 13 huracanes.