08/12/2025
02:01 AM

Venden donas para pagar a maestros

Alumnos temen que por falta de docentes cierren el bachillerato en computación.

Los alumnos del instituto Rafael Pineda Ponce de San Manuel tienen que vender donas para poder pagar sus maestros. A pesar que es uno de los colegios oficiales con mayor número de alumnos hacen falta docentes en el área de computación.

“Estuvimos dos meses sin clases y cuando vimos que perderíamos el año decidimos hacer actividades para pagar los maestros que hacían falta, aunque sabemos que es responsabilidad del Gobierno”, dijo el alumno Selvin Calderón.

Los sábados, cuando la mayor parte de los jóvenes tiene libre, los alumnos del Pineda Ponce se organizan en grupos para salir a las calles con cajas de donas para venderlas y así tener suficientes recursos para pagar el sueldo mínimo a dos maestros.

Si los estudiantes dejan de recibir las clases de informática, la carrera de bachillerato en computación se paraliza y quedarían sin graduarse unos 50 alumnos. “Hacemos el llamado al ministro de Educación, Marlon Escoto, para que visite nuestro colegio y se dé cuenta de las múltiples carencias que tenemos”, agregó Calderón.

Además venden ropa usada, que fue donada por la 105 Brigada de Infantería, y gelatinas y otro tipo de alimentos.

Ante la demanda de la carrera las computadoras resultan insuficientes.

Nora Recarte, directora del centro educativo, lamentó que deben sentar hasta cinco alumnos por computadora. “Los muchachos hacen el sacrificio de poner atención, pero estamos conscientes que el laboratorio es pequeño para la gran cantidad de estudiantes”.

Estudian computación más de 75 alumnos, que son distribuidos en 17 computadoras; para recibir mejor aprendizaje llegan los sábados en dos jornadas y los domingos por la mañana. “Urgimos de otro laboratorio y computadoras modernas, las que existen ya están a punto de arruinarse”, agregó.

Ayudas

Hace unos meses, con apoyo de la Alcaldía y el diputado Alberto Chedrani les construyeron dos aulas que necesitaban para dejar de recibir clases bajo los árboles. Ampliar la cancha es otra de las necesidades. “No tenemos un gimnasio para los actos cívicos, cuando llueve tenemos que cancelar las actividades y si hace mucho sol nos quemamos”, lamentó la estudiante Yeileni Vallecillo. Al centro educativo llegan jóvenes de las aldeas El Barro, Tacamiche, El Cowlee, La Sabana y alrededores de San Manuel. Julia Marina Dubón, presidenta de la sociedad de padres de familia, pidió ayuda a las autoridades para el instituto.

“Somos familias de escasos recursos económicos y no podemos hacernos cargo del pago de los maestros”.