Al menos 450 ganaderos hondureños se reunieron durante tres días en la capital industrial para enriquecer sus conocimientos en la sexta edición del Congreso Centroamericano de la Leche que ayer fue culminado con éxito.
Reconocidos conferencistas extranjeros y nacionales desarrollaron 25 capacitaciones enfocadas en la alimentación del hato ganadero bovino, inocuidad de la industria lechera, valor agregado en la cadena de producción y otros esquemas de amplio interés para los asistentes.
“El contenido de estas exposiciones no tiene nada que envidiarles a las capacitaciones que se ofrecen en el extranjero”, comenta Santiago Ruiz, reconocido ganadero y representante del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep).
Anabel Gallardo Ponce, presidenta de la Cámara Hondureña de la Leche (Cahle), revela que es una satisfacción para esta entidad contar una asistencia total de ganaderos hondureños.
“Buscamos darle un servicio a nuestro agremiado, porque sabremos que recibirán un beneficio al largo plazo y cumplimos el objetivo de fortalecer cada día nuestra institución. Llenamos las expectativas de los asistentes”, refiere Gallardo Ponce.
Desafíos
El expositor Carlos Gauggel disertó durante una hora sobre el manejo del suelo y el agua en la ganadería, bajo las amenazas del cambio climático, una temática latente para los miles de productores en Honduras y Centroamérica.
“Básicamente se trata de esperar que se estabilicen las lluvias para sembrar en las áreas en las que el clima no se ha alterado, usar estos programas de fertilización y, en definitiva, captar la mayor cantidad de agua. Una solución por ahora es picar el suelo para que se recargue de agua cuando las lluvias caigan”, explica.
En cuanto a la fertilización de terrenos, se recomienda incrementar las dosis de potasio porque ayudará a que la planta se hidrate y evitará que pierda agua. Se sugiere reducir las dosis de nitrógeno porque el cultivo estará más sujeto a la deshidratación.
El costarricense Carlos Campabadal expuso sobre la nutrición de la vaca en transición. “Se le da a la vaca una dieta con aditivos especiales, que mejora entre 200 y 300 litros por lactancia. Se alimenta antes que vaya a parir y después”, dijo el conferencista.
Este esquema nutricional todavía no es implementado en Centroamérica, con excepción de Costa Rica, lo que resume parte de los retos de la lechería en la región.