Tras un 2022 con altibajos presupuestarios, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah) cerró este año con 32 proyectos pendientes y una baja ejecución presupuestaria que ronda los 11,000 millones de lempiras.
Según datos, la máxima casa de estudios pasa por uno de los peores momentos financieros en los últimos cinco años, debido a que en este 2022 ha percibido tan solo un 2% del Presupuesto General de la República; es decir, menos de 5,000 millones de lempiras.
El artículo 161 de la Constitución de la República dicta que “el Estado contribuirá al sostenimiento, desarrollo y engrandecimiento de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, con una asignación privativa anual no menor del seis por ciento del Presupuesto de Ingresos netos, excluidos los préstamos y donaciones”.
Sin embargo, desde hace 15 años, la Unah ha dejado de percibir el 6% que le compete constitucionalmente, provocando que a estas instancias conserve estos proyectos, pospuestos para 2023.
Una fuente interna de la Unah aseguró que la “alma mater” se encuentra con un déficit presupuestario crítico, lo que ha impedido un desarrollo eficiente en las proyecciones académicas y de infraestructura.
“Es bien difícil sentir una sensación de deuda, la universidad ha estado congelada, esperando recursos para implementar las planificaciones”, señaló.
Agregó que debido a esta histórica mora presupuestaria del Estado, la Unah ha dejado de ofrecer garantías de crecimiento a su estudiantado, pese a tener los proyectos en papel.
“Las deudas irán creciendo año tras año, a tal punto que los cooperantes perderán el interés de apoyar. Hemos dejado muchas cosas abandonadas lamentablemente”, externó.
Por su parte, Francisco Herrera, rector de la Unah, reveló que ya hay un acuerdo verbal con la presidenta Iris Xiomara Castro para devolver paulatinamente el 6% a partir del otro año. Se espera que se cumpla.
