La desidia es la mayor razón por la cual la dársena del muelle de cabotaje sigue azolvada.
Además, el muelle no cumple los requerimientos ni las necesidades de los dueños de las embarcaciones a pesar de que las autoridades de la Empresa Nacional Portuaria, ENP, pretenden que sea certificado.
Cada semana, en este puerto de La Ceiba se hacen más de sesenta operaciones de embarcaciones de carga y traslado de pasajeros a Islas de la Bahía y La Mosquitia.
Pero los empresarios se quejan porque no cuentan con servicios indispensables, como la dotación de agua potable para uso de las embarcaciones, energía eléctrica y cierto equipo en la zona de atracaje para amarrar las embarcaciones. Sumados a éstos, existe el gran problema del azolvamiento.
“Aquí el único servicio que nos brinda la Portuaria es el espacio para cargar y descargar la mercadería que trasladaremos, nada más”, dijo Al Cooper, capitán del bote Tonya C que viaja a Utila.
El superintendente de la ENP, Rigoberto Gonzales, asegura que se ha mejorado el suministro de energía eléctrica en áreas claves y continuará el proyecto de pavimentación en las calles de acceso a la zona turística y de carga.
Sin multas
En 2007, los ejecutivos de la Portuaria licitaron el dragado del muelle de cabotaje, ya que el sedimento impide a las embarcaciones llevar más carga porque, si no, encallan. Los dueños de los barcos esperaban estos trabajos desde hace seis años. La ENP adjudicó el dragado a la empresa Acarreo de Materiales de Construcción, Amacon, por 10.5 millones de lempiras. Ésta fracasó porque no se pudo concluir ante la falta del equipo adecuado y no hubo multas ni demandas por el proceso incumplido.
En 2008 se volvió a licitar el proyecto, que fue ganado por la empresa Dragados Internacionales. La Portuaria invertiría 14.5 millones de lempiras; esta empresa tampoco pudo cumplir el contrato.
En agosto de 2009, después de tantas solicitudes y demandas de los empresarios ceibeños y dueños de embarcaciones que seguían con los problemas en el traslado de mercadería, se le otorgó la obra a la empresa Cotizar, que tendría que finalizarla el 9 de enero de 2010. Pero ante el asombro de todos, ésta también fracasó, aduciendo falta de equipo.
La ENP llegó a un acuerdo con la compañía Cotizar para que ésta adquiriera nuevo equipo en Estados Unidos e hiciera el proyecto en la dársena. La maquinaria se encuentra en periodo de prueba esta semana.
Cotizar debe extraer 84,000 metros cúbicos de sedimento, más de 51,000 del canal externo y más de 33,000 metros cúbicos de la dársena o canal interno. La inversión de la estatal asciende a 21.5 millones de lempiras.
“Esperamos que no sea un sueño más, ya que tenemos varios años esperando que esta obra se concluya. Nuestras embarcaciones se han dañado por lo azolvada que está la entrada a la dársena”, dijo el capitán de barcos Santos Sánchez.
Para Rodolfo Solomon, gerente del Yate Galaxy, se deben analizar mejor las operaciones de dragado por parte de las autoridades portuarias y los representantes de la compañía. “Se sabe que en el fondo de la dársena existen troncos de árboles y por el tipo de draga que tienen, una de succión, se dificultará un poco la labor. Esperamos que lo concluyan de forma óptima y no se tenga que esperar muchos años más”.
Cada embarcación de carga traslada entre 300 y 500 toneladas de mercadería, generando movimiento económico en la ciudad y en todo el litoral atlántico del 40 a 50%, ya que movilizan de tres a cuatro millones de lempiras por viaje.
Roberto Mejía, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Atlántida, CCIA, aseguró que es necesario sancionar a las empresas a las que les adjudicaron los trabajos de dragado en el muelle de cabotaje e incumplen el periodo de operación, ya que está en juego el dinero del pueblo.