El servicio de transporte “ejecutivo” que supuestamente recibirían los capitalinos al parecer sólo fue una promesa de los transportistas para justificar el alto costo del pasaje.
Los capitalinos manifestaron sentirse burlados y estafados una vez más. Estos microbuses, con capacidad para 25 pasajeros sentados, ahora circulan por las calles de la ciudad hasta con 10 y 15 personas de pie.
Cuando se autorizaron sus permisos, por la Secretaria de Obras Públicas, Transporte y Vivienda, Soptravi, se permitió que cobraran 10 lempiras, con la excusa de que sólo circularían con personas sentadas, harían el recorrido en menos tiempo y hasta utilizarían aire acondicionado para comodidad de sus pasajeros. Sin embargo, ayer se observó cómo la unidad 910, de la ruta Carrizal-Unah-La Sosa, circulaba a eso de las 7:30 de la mañana por el anillo periférico con al menos diez pasajeros de pie. Asimismo, se corroboró la denuncia de los usuarios de las unidades de la ruta Cerro Grande-Unah-La Esperanza que viajan en las mismas condiciones. En la unidad 835, que circula sin placas, el conductor hacía malabares en el bulevar Suyapa para ingresar sus pasajeros de pie.
Los llamados a poner orden y velar porque se respeten las condiciones para operar son los funcionarios de la Dirección General de Transporte, DGT. Su titular, Blas Ramos, lamentó la conducta de los trabajadores de estas unidades, confirmando el abuso que cometen.
El funcionario anunció que la DGT comenzará a partir de esta semana una supervisión sorpresiva para sancionar a quienes cometan la infracción. “Es una irreponsabilidad de ellos, ya que el servicio es ejecutivo y no se permite gente de pie”, corroboró. Esta semana comenzarán los operativos en las diferentes estaciones adonde operan estos buses ejecutivos y, en caso de encontrar pasajeros de pie, la DGT sancionará al conductor de la unidad.
Abuso en el resto del país
Al igual que en la capital, miles de usuarios de transporte “ejecutivo”, denuncian los abusos de que son víctimas al abordar estas unidades.
El llamado servicio de “rapiditos”, los conductores, acomodan hasta cinco personas en un asiento para dos. Otra de las denuncias de los usuarios son las famosas “peleas de líneas”, que han causado ya trágicos accidentes. La DGT, señala que para sancionar estas situaciones, efectúan operativos en las principales carreteras del país; sin embargo, no ha podido ser controlada.