'Hace 232 años, cincuenta y seis hombres valientes firmaron sus nombres en un audaz credo de libertad que marcó el curso de nuestra nación y cambió la historia del mundo', dijo el embajador de Estados Unidos en Honduras al citar las palabras del presidente George Bush, en la fiesta de independencia de su país.
En el emotivo discurso, pronunciado ante centenares de empresarios, diplomáticos, funcionarios y representantes de medios de comunicación, evocó esos mismos principios de libertad individual, igualdad y justicia social que tanto Estados Unidos como Honduras han acariciado y defendieron con coraje durante la década de los 80.
Ford destacó la riqueza cultural y la grandeza de los hondureños, durante su último discurso oficial en esta celebración.
Reconoció que uno de los momentos más importantes de su vida como diplomático en Honduras fue la reciente visita del subsecretario de Estado.
'Esta visita nos permitió recordar, con muchos de los que están aquí presentes, esa larga y difícil lucha de líderes valientes de su país y del mío durante la década de los ochenta, para darle lugar a una nueva era de democracia y de libertad individual'.
A su juicio, la gesta fue tan trascendental que 'nos encontramos aquí hoy debatiendo el curso de nuestro futuro por el coraje y sacrificio de esos líderes'.
Como ha sido su costumbre, reconoció públicamente la gesta francesa que también se ganó en julio.
'Estas dos revoluciones son diferentes, pero comparten el mismo sueño: que todos fuimos creados iguales y que el poder es del pueblo, quien tiene el derecho divino de escoger a los gobernantes que los represente'.
Democracia
El diplomático enfatizó que la preservación de la democracia tiene un precio, siendo muchas veces el más alto de todos: 'El sacrificio de la vida humana para preservar la llama de la libertad y para heredarle el sueño de una democracia más perfecta a una nueva generación'.
Destacó la fortaleza de las relaciones existentes entre su Gobierno y el Gobierno de Honduras. Ford describió en forma simpática esta relación con la siguiente frase: 'Viviendo en el mismo ‘barrio’, tenemos una larga historia en común'.
Exhortó a que los pensamientos se enfoquen en el futuro en lugar de vivir el pasado, porque 'qué futuro el que tenemos de frente en conjunto'.
A su juicio, Honduras se encuentra en una buena posición para atacar los problemas crónicos que la han rezagado, entre estos la extrema pobreza, la violencia y las instituciones débiles.
Aunque hay pobreza económica, Ford pidió un favor a los hondureños: 'No definan a su país como un país pobre. Ustedes tienen un bello país, con una rica cultura y un pueblo muy noble'. Los aplausos no se hicieron esperar.
Por su parte, el presidente Manuel Zelaya, que llegó cuando la ceremonia había comenzado, destacó el liderazgo y la amistad demostrada por Ford.
Como reconocimiento a su labor reveló que recibirá la más alta condecoración que otorga la Presidencia de la República. 'Éste es un reconocimiento a la personas que dan un buen servicio a la patria', concluyó.
Del discurso
Sobre Honduras
Destacó el coraje y valentía de quienes lucharon en los 80 por preservar la paz y la democracia y pidió de favor que no definan Honduras como un país pobre.
Sobre la democracia
El diplomático enfatizó que la preservación de la democracia tiene un precio, siendo muchas veces el más alto de todos: el sacrificio de la vida humana.
